Fotos: Ingeborg Portales
Texto: Darcy Borrero
La reconocida actriz cubana Broselianda Hernández fue hallada sin vida en Miami Beach este miércoles por la mañana. La policía de la zona confirmó este trágico suceso horas después de que una persona alertara a las autoridades al observar el cuerpo flotando.
Un informe de Univisión indica que, de acuerdo con los investigadores de la policía de Miami Beach, será el examinador médico del condado Miami-Dade quien determine las causas de la muerte, aunque hasta el momento no se ha hecho pública dicha información. Sin embargo, resaltaron que no hay indicios de que se trate de un homicidio.
Por la tarde, una vez que se confirmó la inesperada noticia del fallecimiento de la actriz, los muros de cubanos en Facebook se llenaron de mensajes sobre la pérdida que representa para la cultura nacional, tanto dentro como fuera de las fronteras de la isla.
Muchos de sus colegas expresaron su dolor en esta y otras redes sociales, donde el nombre de Broselianda Hernández se volvió tendencia y los fans comenzaron a compartir fotos de la prestigiosa artista en sus historias.
En Instagram, las jóvenes actrices Yuliet Cruz y Camila Arteche fueron algunas de las que compartieron emotivos mensajes de despedida a su colega, quien nació en 1964 y se convirtió en una de las figuras más influyentes de Cuba.
“Mi corazón está destrozado. Una triste noticia que me cuesta aceptar. ¡Qué dolor! ¡Qué tristeza deja tu partida!”, escribió Yuliet, mientras que Camila compartió imágenes de Broselianda durante un ensayo de la obra teatral Farándula, acompañadas de estas palabras: “Tengo el corazón partido en mil porque solo los amantes de la vida sobreviven. Tú vivirás en mí y en la historia de Cuba, mi Brose”.
A la que fue alumna de Vicente Revuelta, Isabel Moreno y Miriam Lezcano, otros intelectuales la admiraron más allá de las pantallas. Abiertamente o en el silencio que supone no haberle hablado nunca por considerarla una figura gigante, inalcanzable en su dimensión teatralmente humana.
El camagueyano Juan Antonio García Borrero compartió esta conmovedora reflexión en memoria de Broselianda Hernández: “He estado un buen rato paralizado, leyendo por inercia los comentarios de dolor y asombro que las personas han dejado en Facebook. Aún estoy dudando en escribir esta nota. Tengo la esperanza de que Broselianda Hernández aparezca en algún lugar ordenando detener tanto engaño.”
“Nunca hablé personalmente con ella, pero la admiraba profundamente como actriz y, sobre todo, como la mujer inteligente que escribía en su blog Viajera inmóvil”, agregó.
En ese blog, donde la actriz compartía sus historias como bitácora, dejó una vez: “Queridos amigos: Aquí estoy, olvidada de mí. No de ustedes”. Sus palabras podrían considerarse un presagio, a pesar de la exitosa carrera que cultivó, marcada por su profundidad psicológica al interpretar personajes en diversos escenarios.
Desde 1986, con Castillos en el aire, dirigido por Rebeca Chávez, Broselianda se consolidó como un rostro emblemático del cine cubano. En 1990 participó en Isla Margarita (Italia–Cuba), bajo la dirección de Vincozencio Badolizani; mientras que en 1994 formó parte del elenco de Tiburón en La Habana (Francia–Cuba). Después de Las profecías de Amanda (Pastor Vega, 1999), llegó en 2010 a José Martí: el ojo del canario, de Fernando Pérez.
A pesar de ser aclamada por películas como “La anunciación” y “El Ojo del Canario”, ella era, ante todo, una mujer de teatro, espontánea, que expresaba con fuerza y emoción lo que sentía en su interior.
Broselianda, hija de la escritora y periodista Rosa Ileana Boudet, confesó en varias entrevistas que tenía un conflicto existencial con la actuación porque no solo quería ser actriz, sino tener otra carrera. Sin embargo, eventualmente defendió la idea de que su profesión no es para personas de poco intelecto, sino que ese es uno de los estigmas que hay que desmontar. Broselianda se graduó con Título de Oro y brilla en las tablas, en el cine y en la televisión. No estaba destinada a ser mediocre, como alguna vez declaró en una entrevista.