Foto: RL Hevia (imagen de referencia)
Texto: Fede Gayardo
Las noticias sobre corrupción en las instituciones estatales en Cuba continúan sin cesar. Recientemente, un escándalo relacionado ha surgido en el puerto Guillermón Moncada, ubicado en Santiago de Cuba.
De acuerdo con información publicada por el medio estatal Cubadebate, “múltiples actores” están involucrados en la situación.
La nota menciona que entre los implicados se encuentran tanto funcionarios y trabajadores del puerto como empresas de carga y transportistas.
Se reporta que estos individuos “desviaban productos básicos del puerto de la ciudad”, y se ha revelado que las autoridades han recuperado más de 60 toneladas de alimentos, mientras que 78 personas están siendo procesadas en relación con el caso.
El proceso de investigación también resultó en la incautación de grandes cantidades de alimentos que fueron importados ilegalmente, tales como arroz, frijoles, azúcar y harina.
A lo largo de la indagatoria, se detectaron conductas delictivas vinculadas a la malversación, falsificación de documentos y receptación, lo que podría conllevar sanciones de hasta 20 años de prisión para los involucrados.
El medio citado subrayó que las autoridades del país hicieron hincapié en “la importancia de combatir la corrupción y proteger los productos destinados al pueblo”, destacando el papel fundamental que juegan la vigilancia popular y las administraciones estatales en este proceso.
Este lunes, la Contralora General de Cuba, Gladys Bejerano, reconoció en una entrevista con EFE que la situación actual en Cuba ha provocado un incremento en la corrupción, debido a que “hay una mayor necesidad” y escasez “de todo”, aunque ello no sea una justificación.
Bejerano indicó que el 76 % de las ilegalidades detectadas ocurren “en el nivel de base” y reafirmó que “la gente no cae en la corrupción en paracaídas. Es un proceso: la corrupción es descomposición. Es un proceso de pérdida de valores, de estima a sí mismo, de respeto a uno mismo”.
Respecto a los sistemas de control en el país, añadió que el 23 % presenta deficiencias, principalmente por la falta de capacidades técnicas o humanas, ya que solamente el 60 % de las plazas en la Contraloría General están ocupadas.
En sus declaraciones, la Contralora también se refirió al caso del exviceprimer ministro y exministro de Economía, Alejandro Gil, a quien calificó como una “traición”.
Esta sería la primera vez que un alto dirigente cubano aborda este incidente, uno de los casos de defenestración más significativos en tiempos recientes en la isla.
Sobre este tema, Bejerano expresó que “duele y duele mucho porque uno piensa como compañero que una persona que ha estado a ese nivel, que ha estado manejando las situaciones, los sacrificios que ha habido que hacer… Que no tenga una actitud acorde, realmente uno lo siente como una traición, como algo que no es correcto, y así lo sienten todos. Pero hay moral y hay valentía para enfrentarlo”.
