Texto: Darcy Borrero
Aunque el Día Mundial de la Libertad de Prensa se celebra para fomentar y promover iniciativas a favor de dicha libertad, la realidad es que mientras algunos países pueden presumir de buenos índices, otros, como Cuba, siguen arrastrando esta deuda pendiente.
La isla se presenta en este 3 de mayo como el país con la peor clasificación en Latinoamérica según el informe “Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021”, publicado a finales de abril por Reporteros Sin Fronteras. Además, es el único estado de la región que figura en la lista negra o de “muy grave” de la organización.
En 2021, solo nueve países tienen peor calificación que Cuba, que ocupa la posición 171 en un ranking de 180 naciones evaluadas. En el informe anterior, correspondiente a 2020, la isla había ocupado el mismo puesto, lo que representa un retroceso respecto a 2019, año en que se encontraba en el puesto 169.
El informe señala que “el régimen cubano mantiene un monopolio casi absoluto sobre la información e intenta obstruir, por todos los medios, el trabajo de la prensa independiente: a través de detenciones arbitrarias, amenazas de encarcelamiento, persecución, acoso, registros ilegales en domicilios, confiscación y destrucción de material periodístico”.
Este fin de semana, la prensa cubana evidenció su monopolio sobre el relato nacional, o al menos sobre el acceso a una parte de este. Tras varios días en huelga de hambre y sed, el artista y opositor cubano Luis Manuel Otero Alcántara, líder del movimiento San Isidro, fue presentado en la televisión nacional como un “farsante”. No es la primera vez que se le presenta de forma despectiva, con la intención de construir una imagen que lo desacredite. Sin embargo, en esta ocasión se expusieron sus indicadores de salud, mostrando su aparente fortaleza y buen estado físico como performer.
La Dirección del Hospital Universitario “General Calixto García” emitió un comunicado —publicado exclusivamente en medios oficiales— afirmando que el artista, con un diagnóstico de inanición voluntaria, “arribó en transporte sanitario, en estado consciente y deambulando sin dificultad”.
“En el examen físico no se observan signos de desnutrición, con parámetros clínicos y bioquímicos normales. Siguiendo el protocolo de atención médica para COVID-19, se le realizó un test de antígeno, cuyo resultado fue negativo, y se tomaron muestras para PCR, cuyos resultados están pendientes”, insistió el informe estatal. La Dirección de Salud agregó que “los resultados de los análisis complementarios realizados a Luis Manuel Otero Alcántara revelan parámetros normales; por ejemplo, tiene hemoglobina de 16.8”, publicó Cubadebate con el titular “Otero Alcántara es atendido en institución de salud: Análisis indican que se nutría e hidrataba”.
Esto generó una matriz de opinión en redes sociales que desmiente la huelga de Alcántara, mientras no se presenta un relato alternativo, y la prensa extranjera acreditada en La Habana no parece haber sido convocada para esta “operación de rescate”.
En una fecha que recuerda a los gobiernos la importancia de respetar su compromiso con la libertad de prensa, Cuba también acaba de finalizar un Congreso del Partido Comunista (único), donde se criticó a la prensa por “persistir en manifestaciones de triunfalismo, estridencia y superficialidad al abordar la realidad del país”. Se mencionó que a veces se publican “trabajos periodísticos que, en vez de esclarecer, tienden a confundir. Estos enfoques dañan la credibilidad de la política informativa y comunicacional aprobada”.
Sin embargo, tales declaraciones no reflejan la realidad de la censura y la restricción a la información, la expresión y la asociación, que en algunos casos llega al hostigamiento. Una fecha como esta es oportuna para recordar a los profesionales de los medios la importancia de la libertad de expresión y la ética profesional, especialmente en un contexto donde los periodistas de medios oficiales disfrutan de derechos que se les niegan a aquellos que trabajan de manera independiente al Estado.
La historia del Día Mundial de la Libertad de Prensa se inició con una recomendación aprobada en la 26ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO en Windhoek en 1991 y dos años más tarde fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas buscando el “entendimiento mutuo para construir una paz sostenible”.
“La información como un bien común” es el lema del Día Mundial de la Libertad de Prensa de este año, y según Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, este lema enfatiza la importancia indiscutible de contar con información verificada y fiable, al tiempo que subraya que, para producir y difundir dicha información, es esencial que periodistas libres y profesionales enfrenten la desinformación y otros contenidos dañinos.
Su mensaje por el Día Mundial de la Libertad de Prensa resalta la visión del periodismo como un servicio y bien público que puede ser fortalecido a través de la producción, distribución y recepción de contenidos, contribuyendo así a la transparencia y el empoderamiento.
La Conferencia Internacional 2021 ha sido organizada por la UNESCO y el Gobierno de Namibia, y se lleva a cabo del 29 de abril al 3 de mayo en Windhoek, con participación tanto virtual como presencial.