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Texto: Fede Gayardo
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, declaró que los ajustes económicos no representan “un proceso de cacería de brujas” hacia una forma específica de gestión o propiedad, a pesar de las recientes sanciones y cierres de Mipymes por incumplir las nuevas regulaciones de precios en el sector privado cubano.
Las declaraciones del mandatario se produjeron durante su intervención en la comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional, donde se discutió el proceso de bancarización y otros “temas fundamentales de la economía”.
Según un informe del medio estatal Cubadebate, Díaz-Canel subrayó que se han formado grupos de trabajo a nivel municipal para abordar asuntos como el déficit presupuestario, la evasión fiscal, las relaciones inadecuadas entre los sectores estatal y no estatal, así como los ingresos y gastos del presupuesto.
No obstante, reconoció que ha habido descontrol y complacencia, “y por eso se han acumulado muchos problemas”, a la vez que señaló que “en la economía cubana persisten problemas tanto objetivos como subjetivos”.
Uno de los problemas objetivos sería la escasez de divisas. “Prácticamente, las divisas que actualmente entran al país se utilizan para la compra de alimentos, combustibles para la electricidad y algunos insumos necesarios para la producción de medicamentos”, afirmó Díaz-Canel.
Por otro lado, entre los problemas subjetivos mencionó la “irresponsabilidad con que un grupo de instituciones del Estado no cumplieron con su deber para abordar estas cuestiones”.
En este contexto, recordó que tanto el sector estatal como el no estatal tienen responsabilidades: “Ambos deben operar dentro de la legalidad y contribuir con impuestos o tributos. En aquellos casos donde ha habido desviaciones en la gestión no estatal, detrás siempre hay una entidad estatal relacionada”.
Respecto a la relación entre oferta y demanda, sostuvo que “los precios pueden estar altos, pero hay tarifas que superan lo razonable debido a la especulación, la inflación, la corrupción; además, hay manifestaciones de trabajo informal con alta tendencia a la evasión fiscal, desconexión entre estudio y trabajo, y la vulnerabilidad de las familias”.
En otro momento, se refirió a la “escasa cantidad” de Mipymes estatales: “¿Acaso alguien dijo que este modelo empresarial era exclusivo para los privados?”.
Al referirse al proceso de bancarización, añadió que existen dos problemas centrales: “el exceso de dinero en circulación que está en manos de unos pocos; y, a la vez, la demanda de efectivo derivada de la concentración del dinero físico en pocas personas que no lo retornan al banco”.
“Existen varias causas, incluyendo entidades estatales que no realizan los depósitos diarios de efectivo. Además, hay negocios privados que, como ya mencionamos, no están depositando su dinero en las cuentas fiscales y, por lo tanto, tampoco lo están llevando al banco”, afirmó.
Una vez más, “reflexionó” que la mayoría de las familias cubanas destina su dinero a alimentos y transporte, por lo que “es en esos sectores donde hay que promover la bancarización de forma prioritaria”.
Finalmente, reiteró “la importancia de apoyar la producción alimentaria en el país y garantizar la atención a las personas más vulnerables”.