Discriminación hacia la comunidad LGBTQ+ en la FIFA: represiones, castigos y omisiones durante Qatar 2022

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Fotos: AFP y Twitter

La FIFA anunció que aplicaría sanciones deportivas a aquellas selecciones que intentaran utilizar el brazalete “One Love” durante los partidos del Mundial de Qatar 2022, anulando así el gesto colectivo que buscaba promover la inclusión del colectivo LGBTIQ+.

Las selecciones de Países Bajos, Inglaterra, Alemania, Dinamarca, Suiza y Gales, que habían comunicado que sus capitanes portarían el brazalete, decidieron conjuntamente renunciar a esta idea en un comunicado debido al riesgo de ser amonestados o expulsados del campo.

En el comunicado, explicaron que “la FIFA ha sido muy clara al afirmar que impondrá sanciones deportivas si nuestros capitanes llevan los brazaletes en el terreno de juego”. Sin embargo, mostraron disposición para “pagar las multas que normalmente se aplican a las infracciones de la normativa sobre el equipamiento”.

Las medidas impuestas por la FIFA van más allá de las sanciones económicas, lo cual desalentó la iniciativa de estas selecciones, dado el riesgo de enfrentar severas medidas de carácter deportivo.

Las federaciones mencionadas acentuaron que tenían “un fuerte compromiso con el uso del brazalete. No obstante, no podemos poner a nuestros jugadores en una situación donde puedan ser amonestados o incluso obligados a abandonar el terreno de juego”.

Las reglas de la FIFA quedaron claramente establecidas en su Reglamento de la Copa Mundial, donde el artículo 24 sobre el equipamiento de las selecciones afirma que “jugadores y oficiales tendrán prohibido mostrar mensajes políticos, religiosos o personales, así como lemas en cualquier idioma o forma en el uniforme, equipamiento (bolsas de deporte, botelleros, botiquines, etc.) o en el propio cuerpo”.

Además, el Código Disciplinario establece un apartado sobre infracciones y conductas ofensivas, donde se prevén medidas disciplinarias para aquellos deportistas que utilicen el evento “para realizar manifestaciones de índole distinta a la deportiva”.

La FIFA amenazó con mostrar una tarjeta amarilla en el primer minuto del partido si los capitanes usaban el brazalete multicolor, algo que los equipos decidieron evitar. Un ejemplo de esto fue Países Bajos, que lamentó la decisión y, aunque afirmaron defender el mensaje One Love y continuar con su difusión, enfatizaron que su “prioridad número uno en la Copa del Mundo es ganar los partidos. No queremos que el capitán empiece el partido con tarjeta amarilla. Por eso, con gran pesar, tuvimos que decidir abandonar nuestro plan”.

Un paso adicional fue el anuncio de la FIFA en septiembre pasado, donde se indicó que los 32 capitanes tendrían la posibilidad de llevar un brazalete durante la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022, conforme al Reglamento de Equipamiento que establece que “en las fases finales de la FIFA, el capitán de cada equipo llevará el brazalete de capitán que suministre la FIFA”.

Esto fue declarado por su presidente, Gianni Infantino, quien además decidió que todos los brazaletes debían ser iguales, con el lema “No discrimination” sobre un fondo negro.

La decisión de Infantino se produjo tras la solicitud de un grupo de trabajo de la UEFA que se dirigió a la FIFA para expresar su intención de utilizar el brazalete “One Love” en Qatar 2022, que tenía como antecedente el uso por parte del capitán de Países Bajos, Georginio Wijnaldum, en apoyo al colectivo LGTBI+ durante el partido de octavos de final frente a República Checa en Budapest, durante la Eurocopa 2021.

Las restricciones de la FIFA no cesaron ahí; esta semana también prohibió a la selección de Bélgica el uso de su segundo uniforme, que estaba marcado con la palabra “Love” en el cuello y presentaba los colores del arcoíris en varias partes de la camiseta.

Según informó la Real Federación Belga de Fútbol, esos elementos presentaron inconvenientes para la FIFA y aseguraron que bastaría con eliminar esa palabra para que el uniforme fuera validado por la organización.

La Federación Belga aclaró que el diseño de la camiseta fue inspirado por los famosos fuegos artificiales del festival de música Tomorrowland y simboliza los valores compartidos de “diversidad, igualdad e inclusión”.

“El mundial de la vergüenza”

Desde el anuncio de la sede a Qatar por parte de la FIFA, distintos grupos han criticado la decisión por tres razones que han estado en los titulares de los medios más relevantes a lo largo de estas jornadas: la muerte de trabajadores migrantes en la construcción de estadios, el trato degradante que las leyes de ese país imponen a las mujeres y la falta de derechos y libertades para el colectivo LGTBI+.

El diario español La Razón publicaba las declaraciones del Observatori contra l’Homofòbia y Panteres Grogues, el único club deportivo LGTBI+ de Barcelona, que levantó su voz para condenar la elección de un país que no respeta los derechos humanos.

El presidente del Observatori, Eugeni Rodríguez, manifestó a este medio que “este es el mundial de la vergüenza. El dinero, claramente, ha pasado por delante de la ética y de los derechos”.

En relación a las sanciones hacia los futbolistas por el uso del brazalete One Love, Rodríguez expresó que le hubiera gustado que lo llevaran, “pero una vez más, las presiones prevalecieron y ganaron aquellos que siempre ganan”.

Las decisiones de la FIFA también han sido criticadas por otras personalidades del fútbol, como el australiano Josh Cavallo, uno de los pocos futbolistas que ha admitido públicamente su homosexualidad desde octubre de 2021 y que no fue convocado para Qatar en la selección de su país.

Frente a las advertencias de la FIFA dirigidas a los capitanes de las siete selecciones que habrían tenido la intención de mostrar los colores del arcoíris en el brazalete, Cavallo escribió en su cuenta de Instagram un mensaje contundente: “Han perdido mi respeto”, afirmó.

Alemania contra el silencio

La selección alemana utilizó este miércoles otro método para protestar contra las violaciones de derechos humanos en Qatar y las sanciones anunciadas por la FIFA por el uso del brazalete One Love.

Los futbolistas optaron por cubrirse la boca durante la foto previa al inicio del partido contra Japón. Su capitán utilizó el brazalete permitido por la FIFA y junto a otros jugadores del equipo eligieron calzado que incorporaba los colores del arcoíris.

Este no fue el único gesto del país germano. Desde el palco del estadio, su ministra del Interior, Nancy Faeser, también lució el brazalete One Love con la bandera multicolor en apoyo a la comunidad LGBTIQ+, al equipo de su estado y como protesta ante las sanciones federativas.

Ministra de Bélgica portó el brazalete

Unas horas después, le llegó el turno a la selección de Bélgica en un partido contra Canadá. En esta ocasión, su ministra de exteriores, Hadja Lahbib, repitió el gesto de la ministra alemana y llevó el brazalete multicolor desde las gradas.

Lahbib explicó a medios internacionales que “Gianni Infantino me explicó por qué había optado por no permitir que los Red Devils usaran un brazalete ‘One Love’ debido a las reglas de la FIFA. Esas reglas no se aplican en las gradas, así que me quité la chaqueta y mostré mi brazalete”.

¿Dinamarca abandonará la FIFA?

De acuerdo con el medio inglés The Athletic, la Federación Danesa de Fútbol no ha descartado la posibilidad de abandonar la FIFA para manifestar su descontento ante las sanciones económicas y deportivas que se aplicarían por el uso del brazalete One Love.

En medio de esta controversia, The Athletic también reporta que ya se están llevando a cabo conversaciones lideradas por Dinamarca relacionadas con estos asuntos.

Alex Scott desafía las normas de Qatar 2022

Hasta ahora, la única persona que ha portado el brazalete One Love en el césped del estadio ha sido Alex Scott, exjugadora y actual comentarista deportiva.

Scott, que durante su carrera fue lateral derecha, jugó principalmente para el Arsenal y fue parte de la Selección de Inglaterra durante 13 años, así como para el equipo de Reino Unido en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Ahora es presentadora en varios programas deportivos de la televisión británica, donde debutó como comentarista durante el Mundial de 2018. En 2011, fundó The Alex Scott Academy para futbolistas femeninas entre 16 y 19 años, la primera de su tipo en Inglaterra, y en 2017 fue nombrada Miembro de la Orden del Imperio Británico por sus contribuciones al deporte.

Según ha compartido en su libro autobiográfico “How (Not) to Be Strong”, su vida ha sido difícil, marcada por el abuso de su padre durante su infancia, lo que la llevó a enfrentar problemas mentales y adicciones. Scott es una defensora apasionada de los derechos humanos y, con mucho valor, se presentó en el césped del estadio de Qatar mostrando el brazalete One Love.

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