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Texto: Manolo Vázquez

El año 2021 no fue completamente “saludable” para el deporte cubano. Sin embargo, algunas disciplinas lograron alcanzar los objetivos planeados.

No fue fácil la reintegración al ámbito competitivo, luego de que la pandemia de la Covid-19 suspendiera gran parte de la actividad, y en ciertos casos, la preparación se limitó a entrenamientos personalizados e individuales.

Dentro de este panorama adverso, podemos afirmar que el boxeo se destacó, ya que mantuvo su actividad durante todo el año y obtuvo resultados favorables en las dos competencias más relevantes que tuvieron lugar en los últimos 12 meses.

Los pupilos de Rolando Acebal, jefe de entrenadores, obtuvieron el primer lugar por países en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y en el Mundial de Belgrado 2021. Cuatro medallas de oro y una de bronce fueron los logros que superaron las expectativas de casi todos los aficionados y expertos antes de que comenzaran las competiciones en la Arena Kokugikan de la capital nipona. En el evento mundial, volvieron a brillar y lograron repetir el éxito a nivel nacional, con tres metales dorados y dos bronces.

En ambas competiciones, recuperamos el camino del triunfo que habíamos perdido en la edición anterior de los Juegos Olímpicos (Río de Janeiro 2016), donde solo se lograron tres oros y el mismo número de bronces, un resultado insatisfactorio comparado con la actuación de Uzbekistán (3 oros, 2 platas y 2 bronces). Lo mismo ocurrió en el Mundial de Ekaterimburgo 2019, donde solo se obtuvieron tres preseas, una de cada color.

El béisbol sigue roleteando

El béisbol cubano debería aprender mucho del llamado buque insignia. Sin embargo, en este caso, no se trata de entrar a golpes con el rival, aunque también hemos presenciado varias de esas situaciones en el deporte de las bolas y los strikes.

Foto: Reuters

La no clasificación a los Juegos Olímpicos, aunque ya se había anunciado, fue un duro golpe para nuestro pasatiempo nacional, sobre todo porque unos meses después del evento magno, reconocido como uno de los deportes más laureados con tres oros, el béisbol fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, un título que parece tener como objetivo brindarle aire fresco en medio de su intensa crisis.

El abandono de 12 miembros, la mitad del equipo, durante el Mundial sub-23 en México fue otra derrota, a pesar de que lograron un honorable cuarto puesto.

Posteriormente, obtuvieron el tercer lugar en los I Juegos Panamericanos Junior en Cali. Sin embargo, esto fue solo un espejismo, ya que la triste realidad es que el béisbol cubano necesita una inyección de modernidad, una que nada tiene que ver con los métodos arcaicos que aún seguimos promoviendo en todo el país.

Por fortuna, la Serie Nacional 60 concluyó en abril, a pesar de los numerosos contagios de la nueva enfermedad, y ya se está preparando la próxima temporada, que empezará el 23 de enero. Parece que una vez más se realizará sin público en las gradas, uno de los pocos alicientes de los que puede presumir nuestro deporte nacional, ya que al menos los fanáticos en cada provincia nunca abandonan a sus equipos.

La luz brilla, pero fuera de casa

Foto: Tomahawk Take

No se puede pasar por alto en un resumen anual el destacado rol de los atletas nacidos en esta isla en la final de las Grandes Ligas del béisbol estadounidense.

Jorge Soler fue reconocido como el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial 2021, tras su actuación en el Juego 6 decisivo sobre los Astros de Houston, donde el bateador designado cubano, vistiendo los colores de los Bravos de Atlanta (equipo campeón), abrió el marcador con un cuadrangular de tres carreras, marcando así el camino hacia la victoria. Además, con su tercer jonrón, Soler compartió el récord de más jonrones de todos los tiempos entre latinoamericanos en una Serie Mundial.

En total, cinco cubanos participaron en la pasada temporada durante los playoffs de octubre en la Gran Carpa: el espirituano Yulieski Gurriel, campeón de bateo de la Liga Americana con un promedio de .319, y el tunero Yordan Álvarez, quienes fueron titulares en los Astros de Houston. También formó parte del equipo el villaclareño Aledmys Díaz. Asimismo, el matancero Guillermo Heredia comenzó desde el banquillo con el equipo campeón, que tuvo a Jorge Soler como gran protagonista.

Así, se superó el récord de 1965, cuando los Dodgers de Los Ángeles ganaron al vencer a los Mellizos de Minnesota, con cuatro jugadores cubanos en el equipo de Minnesota: Zoilo Versalles, Tony Oliva, Camilo y Sandy Valdespino.

Una dupla dorada

Foto: Reuters

La canoa biplaza (C-2), conformada por los cubanos Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge, logró deslumbrar a todos al conseguir una medalla de oro histórica para la isla en la distancia de 1,000 metros, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sin duda, uno de los momentos más emocionantes del año.

A pesar de ser un deporte poco divulgado en Cuba, se demuestra que tiene un futuro prometedor. Esto quedó evidenciado en el Canal Sea Forest de la capital nipona, donde Cuba obtuvo su primera medalla de oro en la historia de esta disciplina en los Juegos Olímpicos. Antes solo se habían conseguido tres platas.

Atletismo: un endeudado

No es un secreto que el deporte rey tuvo su momento culminante en Tokio 2020, al menos así se percibe en Cuba, donde competencias como la Liga del Diamante o cualquier evento que no sea bajo los cinco aros son considerados secundarios.

En la capital nipona, nuestros atletas obtuvieron una plata y dos bronces, lo que enaltece aún más el nombre de Dayron Robles, el último en coronarse en una cita olímpica defendiendo los colores de la patria, hace 13 años en Beijing 2008.

Foto: Getty Images

Las lesiones fueron el principal factor que nos perjudicó en Tokio 2020, ya que seis atletas sufrieron problemas musculares durante la competencia, entre ellos los dos medallistas en salto de longitud, Juan Miguel Echevarría (plata), quien es una de nuestras principales esperanzas, y Maikel Massó, que logró un bronce inesperado.

La lucha cubana

Ya es casi una tradición. De hecho, para muchos, debería sustituir al béisbol y convertirse en nuestro deporte nacional, ya que todos la practicamos. Es un saludo habitual: –¿Qué tal, cómo estás? –Aquí… en la lucha.

Foto: AP Photo

Ciertamente, nuestro mayor referente en la lucha, Mijaín López, se ha convertido en una leyenda viva de esta tradición. En los Juegos Olímpicos logró su cuarta medalla dorada consecutiva, una hazaña extraordinaria.

Además, su compañero en grecorromana, Luis Alberto Orta, se adueñó de la medalla de oro, un triunfo que pocos predecían antes de comenzar la competición. También Reineris Salas ganó una medalla de bronce, lo que dejó a la lucha como el segundo mejor deporte cubano en Tokio 2020, solo detrás del boxeo.

Bailar en casa del trompo

El judo no cumplió con las expectativas en la capital japonesa. Solo Idalys Ortiz, a sus 31 años, regresó con una medalla. La cubana logró así su cuarta presea olímpica, una plata que se une a su bronce de Beijing 2008, su oro en Londres 2012 y su plata en Río 2016.

El judo, creado a finales del siglo XIX por Jigoro Kano, nacido en 1860 en lo que hoy conocemos como Kobe, Japón, ha sido una de nuestras principales fuentes de medallas, sin embargo, no pudo cumplir con sus posibilidades en la capital nipona.

Foto: Reuters

Paralímpicos

La corredora Omara Durand fue la gran protagonista del atletismo cubano en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, tras ganar tres de nuestras cuatro medallas de oro y finalizar con un récord mundial en los 200 metros.

De este modo, superó la cantidad de títulos logrados por la también velocista, Yunidis Castillo (5), y se convirtió en la atleta más laureada de Cuba en el deporte paralímpico con un total de ocho oros (dos en Londres 2012, tres en Río de Janeiro 2016 y otros tres en Tokio 2020), destacándose en esta última edición al sacar diferencias notables con sus competidoras.

Foto: International Paralympic Committee

Otro atleta que brilló fue el joven Robiel Yankiel del Sol, de solo 18 años, quien llegó sin previsiones de ganar medalla y obtuvo un oro inesperado, el primero de su color en la historia de nuestra delegación en estos Juegos.

El futuro hoy

Los I Juegos Panamericanos Junior Cali-Valle 2021 reunieron a más de 3,800 deportistas de 41 naciones, con edades entre 14 y 23 años, con el propósito principal de ofrecer a estos jóvenes la oportunidad de alcanzar sus sueños desde una edad temprana. Afortunadamente, los cubanos supimos aprovechar esta nueva oportunidad.

Conquistamos el quinto lugar en el medallero, con un total de 70 medallas (29 oros, 19 platas y 22 bronces), posición que además se consolidó varios días antes de la clausura del evento, considerando la diferencia significativa respecto a nuestro más cercano perseguidor en la tabla, Argentina, la cual superamos en 10 medallas doradas.

Cuba estuvo presente en 26 de los 39 deportes convocados, y el mérito es aún mayor, considerando que no participamos en 190 pruebas de las 311 realizadas, lo cual refleja una gran eficiencia, especialmente con el déficit en la preparación y el limitado roce internacional, causado por la pandemia de la Covid-19.

Para resumir lo más destacado del año en pocas líneas, 2021 marcó momentos culminantes en disciplinas inesperadas como canotaje, dio los resultados esperados en otras como lucha y boxeo, y nos generó ilusiones de cara al futuro tras los Juegos Panamericanos Junior, al tiempo que nos dejó caer aún más en deportes esenciales para la vida de los cubanos, como el béisbol.

Los próximos 12 meses darán inicio a un nuevo ciclo olímpico, más breve de lo habitual, debido al retraso causado por la edición de Tokio 2020, que reducirá el tiempo disponible enfocado en París 2024, un evento que estará precedido por los Juegos Centroamericanos en San Salvador y los Panamericanos en Santiago de Chile, ambos programados para 2023.

Allí estaremos para evaluar virtudes y defectos, siempre con el objetivo de construir un mejor camino para el deporte cubano. Hasta entonces, ¡feliz 2022!

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