Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
El economista cubano Juan Triana Cordoví calificó de “lamentable” la actitud del presidente Miguel Díaz-Canel al no reconocer su responsabilidad personal y la de su gobierno en la gestión del país durante los últimos años.
Un artículo publicado en el blog “Segunda Cita” del trovador Silvio Rodríguez presentó diversas opiniones de economistas, destacando la del profesor del Centro de Estudios de la Economía Cubana en la Universidad de La Habana.
En relación al discurso del mandatario cubano durante el tercer período ordinario de sesiones de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), Triana manifestó que aunque “el presidente ha descrito el desastre” en más de una ocasión cada año, “faltó profundizar en las causas, y eso es lamentable en mi opinión”.
Para ampliar su análisis, el economista comentó que “durante ocho años, el gobierno de Cuba ha concentrado el 35% de la inversión en hoteles y ha descuidado sectores clave como la agricultura, la pesca, la industria del azúcar y la producción de alimentos, así como la energía”.
Por eso, subrayó, “es muy lamentable que el presidente no asuma su responsabilidad personal ni la del gobierno en esas decisiones”.
Además, recordó que el gobierno de la isla lleva nueve años afirmando que es necesario flexibilizar la inversión extranjera, pero hasta la fecha persisten los mismos problemas.
“Todas las ‘trabas’ están identificadas y se han propuesto medidas (incluso se formó un grupo de trabajo y se mencionaron en un discurso de Rodrigo cuando era ministro de Comercio Exterior), pero no se ha hecho nada”, continuó.
También afirmó que “las propuestas para flexibilizar la empresa estatal pueden llenar cajones de papeles, pero hoy en día nuestra empresa estatal está en una situación peor”.
Sobre las exportaciones, Triana aseveró que todas están en descenso debido al alto grado de centralización y la falta de incentivos para las empresas y sus trabajadores.
Para ilustrar esta situación, mencionó que “hace tres años, entre las 63 medidas, se propuso seleccionar a 100 productores de café para que exportaran directamente, y aún eso solo sigue siendo tinta en papel”.
Triana opinó que “sería un error trágico regresar a un proceso de mayor centralización, que ya es bastante alto”. En este contexto, recordó que en Cuba ninguna empresa tiene la capacidad de decidir en qué invertir por sí misma, excepto el conglomerado GAESA.
“Para mí, es una vergüenza que año tras año el presidente y sus ministros vayan a la Asamblea a relatar los desastres provocados por sus políticas erróneas y pidan al pueblo más sacrificios, pero es aún más vergonzoso que los Diputados del Pueblo (que son nuestros representantes) acepten esta situación”, señaló el economista.
Reiteró esta afirmación “con gran dolor, que creo es un dolor compartido por muchos, porque he visto cómo se vacían mis aulas de estudiantes y los departamentos docentes de nuestras universidades de profesores, los hospitales de médicos formados gracias al sacrificio del pueblo (no del Estado ni de sus dirigentes), y cómo nuestros campos quedan sin campesinos mientras hay cada vez menos alimentos y más dirigentes agrícolas con vehículos de lujo, además de que todos los días nos enteramos del desgarrador relato de otra familia rota por la emigración”.
El problema de Cuba, resumió el especialista, no es “un problema de personas, sino de la persistencia en mantener un modelo que, como bien dijo Fidel, ya no nos funciona ni a nosotros mismos”.
Finalmente, Triana Cordoví recordó que su perspectiva, “al igual que la de muchos otros, es la de un cientista social con más de seis décadas en esta tierra, que vive en La Habana, que ha estado profundamente impactado por el ‘terremoto’ que fue la Revolución Cubana y que no reniega de su historia ni piensa abandonar ese compromiso, a pesar de que me han invitado a hacerlo en varias ocasiones”.
“Un país sin gente no es más que un trozo de tierra. Una nación no es simplemente la suma de edificios y carreteras. Si deseamos ser socialistas, primero debemos construir una nación; no es al contrario”, concluyó el reconocido economista cubano.