Hace poco, en el perfil que fue hackeado, han surgido dos historias sospechosas que indican que Aly Sánchez ha recuperado su cuenta. Sin embargo, la artista aún no ha confirmado que esto sea cierto.
El hackeo de cuentas en Instagram, Facebook o Twitter no es algo nuevo. La privacidad en las redes sociales continúa siendo un tema pendiente y por resolver debido a la exposición de datos que compartimos diariamente. Recientemente, la actriz, modelo y presentadora cubana Aly Sánchez denunció el robo de su perfil oficial en Instagram y pidió a sus seguidores que no respondan nada desde dicha cuenta.
En la actualidad, la artista se ha mudado a otra cuenta: @tubreakconaly, desde donde ha compartido informes y otros contenidos relacionados con su trabajo. Expresó que todo ha sido una locura. «Es duro y frustrante», comentó en una transmisión en vivo, donde agradeció los miles de mensajes de apoyo y aliento que recibió por este lamentable acontecimiento.
Sus seguidores le han brindado su apoyo, e incluso influencers como Daniela Reyes han dedicado varias historias a comentar sobre el hecho, invitando a la gente a seguir a Aly a través de @tubreakconaly.
Aly Sánchez, quien reside en Miami, es conocida por sus trabajos en televisión y redes sociales, convirtiéndose en uno de los rostros cubanos recurrentes en la televisión gracias a su participación en programas de Univisión y América Tevé (Canal 41).
Este fenómeno ha sido común entre artistas, fotógrafos, periodistas, ilustradores, creadores de contenido y otros autores en los últimos meses. Perfiles relevantes en Facebook e Instagram están experimentando un aumento de hackeos, cuyo objetivo es arrebatar el control de sus cuentas, monetizarlas a través de publicidad, extorsionar a sus propietarios para que paguen un rescate por recuperarlas o utilizarlas para robar otras cuentas.
Entre la lista de famosos afectados se encuentran celebridades como Emma Watson, Emilia Clarke, Zac Efron, Leonardo Di Caprio, Beyoncé, Lady Gaga, Rihanna, Floyd Mayweather, Zinedine Zidane, Neymar y Ronaldinho.
Generalmente, el método de ataque consiste en la suplantación de identidad en las redes sociales. ¿Qué hacen los ciberdelincuentes? Se hacen pasar por empleados de Facebook o Instagram, contactan a personas o colectivos que gestionan cuentas de gran impacto y tratan de engañarlos para que hagan clic en enlaces que llevan a páginas bajo su control. Estas webs parecen ser diseñadas por una de las dos plataformas, pero en realidad son falsificaciones.
¿Cómo enfrentarlo?
Cuando una aplicación solicita datos que no necesita, es probable que la persona detrás de esta los comercialice en el mercado negro o los recolecte para cometer algún tipo de fraude. Por eso es fundamental no aceptar esos permisos y buscar aplicaciones más confiables.
Existen soluciones de seguridad que alertan a los usuarios sobre estos permisos. Cuando una aplicación intenta acceder a alguna parte del dispositivo, se activa una alerta que permite denegar el acceso, pero pocas personas instalan estas herramientas en sus dispositivos, a pesar de que hay versiones gratuitas.
Además, hay maneras de mejorar la seguridad modificando la configuración del dispositivo. Muchos especialistas coinciden en que debemos comenzar a preocuparnos por las medidas de seguridad tecnológica tanto o más que en otros ámbitos.
Fernando Graterol, profesor de Ciberseguridad en el bootcamp Desafío Latam, hace referencia a la célebre frase de Robert Mueller, exdirector del FBI: «Existen dos tipos de empresas: las que han sido hackeadas y las que serán hackeadas». Asegura que, por probabilidad, tanto usuarios como cuentas de empresas podrían ser víctimas de ciberataques al menos dos veces al año.
Este especialista argumenta que, más allá de que las compañías detrás de las redes sociales posean protocolos o procedimientos estándar de seguridad, la prevención debe ser la prioridad para quienes utilizan estas cuentas como medio de trabajo, ya que en muchas ocasiones son los errores humanos los que provocan tales situaciones.
También recomienda robustecer las contraseñas y cambiarlas regularmente, especialmente cuando se reciban mensajes que así lo sugieran.