Foto: RRSS
Después de siete años fuera de los escenarios de Santiago de Cuba, el Ballet Contemporáneo de Camagüey, bajo la dirección general de Lisandra Gómez, se presentó desde el pasado viernes hasta ayer domingo en el Café Teatro Macubá de la ciudad oriental.
Según la líder de la compañía, las funciones fueron parte de las celebraciones por el vigésimo aniversario de la agrupación y marcaron la primera gira tras la pausa obligatoria provocada por la COVID-19.
La ex primera bailarina de Endedans comentó a la Agencia Cubana de Noticias que el programa incluyó las obras Mírame, del coreógrafo danés Jens Bjerregaard, y Barreras, de la propia Gómez, con la colaboración de Jesús Arias. Al hablar de la primera pieza, mencionó que esta explora la teoría de la mujer que siempre busca la mirada del hombre, convirtiéndose en un viaje coreográfico que involucra las elecciones y reacciones del público al observar el movimiento autómata y casi sin expresividad de los bailarines.
Por otro lado, Barreras sugiere diversas situaciones de la vida cotidiana, limitadas por la comunicación (tema central del programa), la realización personal, la aceptación social y los obstáculos impuestos por uno mismo.
La directora del Ballet Contemporáneo de Camagüey afirmó que no es su intención contar historias concretas, ya que se presentan experiencias a menudo desapercibidas, pero que dejan una huella espiritual en la vida.
Asimismo, Jorge Cardoso, relacionista público de la agrupación, precisó que el espectáculo, concebido con una duración de 50 minutos, fue realizado por jóvenes talentos egresados de las escuelas de arte de la provincia de Agramonte.
Cardoso explicó que las presentaciones han servido como un homenaje a personalidades del ámbito de la danza nacional y local.
El Ballet Contemporáneo de Camagüey, creado el 23 de mayo de 2002, orienta su labor hacia un baile teatral personalizado, enriquecido con entrenamientos de danza moderna y ejercicios experimentales de improvisación.