Foto: TUDN
La pelota de la “Mano de Dios” de Diego Armando Maradona está siendo subastada por más de un millón de dólares por el árbitro tunecino Ali Bin Nasser, quien dirigió ese célebre partido de la Copa Mundial en México 1986, donde Argentina derrotó a Inglaterra 2-1.
Ali Bin Nasser se unió a la casa de subastas británica Goldin para ofrecerla, recibiendo 20 ofertas hasta el jueves; sin embargo, al cierre de la subasta no se sabía si alguna había superado el millón. En la página oficial de la subasta, todavía no aparecía como uno de los artículos vendidos.
Por otro lado, la camiseta que Maradona utilizó en ese mismo encuentro de la “Mano de Dios” fue vendida por la asombrosa suma de 9,3 millones de dólares en mayo de 2022, marcando en ese momento el récord del precio más alto pagado por un artículo de memorabilia deportiva en una subasta.
Este jueves, una camiseta firmada por Kobe Bryant, que utilizó durante su temporada de MVP en 2007-08, fue vendida por $5,849,700 a través de la prestigiosa casa Sotheby’s, siendo la segunda camiseta de baloncesto más cara, solo superada por una de Michael Jordan en su “Last Dance” que se vendió por casi 10.1 millones el pasado septiembre.
“Los legados de Maradona y la ‘Mano de Dios’ están entrelazados para siempre, y durante generaciones, su historia seguirá siendo narrada por aficionados de todo el mundo”, comentó Ken Goldin, fundador de Goldin.
En uno de los instantes más memorables del fútbol mundial, Maradona tocó la pelota con la mano, argumentando que lo había hecho con la cabeza, y así superó al portero inglés Peter Shilton en los cuartos de final. Este gol fue la antesala de su tanto mágico que llegó solo cuatro minutos después, el cual es considerado uno de los mejores en la historia de los Mundiales.
Muchos se preguntan cómo el icónico balón Adidas pasó a ser propiedad del árbitro tunecino y no se entregó a la FIFA para ser exhibido en un museo o a Maradona como mejor jugador del partido. Según se cree, Maradona debería haberlo recibido como regalo.
Según el sitio de la subasta, este balón proviene directamente de Ali Bin Nasser, quien lo ha tenido en su poder desde el 22 de junio de 1986. Una carta de procedencia de Bin Nasser que acompaña al balón menciona que una de las instrucciones de la FIFA a los árbitros del torneo fue que “cualquier árbitro central que dirige un partido oficial de la Copa del Mundo se convierte en el propietario exclusivo del balón al final del encuentro. El balón fue utilizado durante todo el partido sin la obligación de usar un balón de repuesto.
“Hoy en día, con el uso de la tecnología y el VAR, la trampa de Maradona no hubiera tenido éxito en el marcador y él habría recibido una tarjeta amarilla contundente.
A pesar de las protestas del equipo inglés, el árbitro tunecino permitió que el gol se mantuviera, ya que el árbitro asistente a su lado confirmó la acción. Argentina ganó el partido 2-1 y terminó levantando la Copa del Mundo. Maradona fue elegido como el “Mejor Jugador” del torneo, y cuando se le preguntó sobre la legalidad del gol, su respuesta inicial fue: “Un poco con la cabeza de Maradona y un poco con la mano de Dios”.
“Así nació el apodo de la jugada y la leyenda, junto con la infamia, de aquel gol sigue viva hoy en día. Posteriormente, Maradona describió el gol como una forma de “venganza simbólica” contra el Reino Unido por su invasión y victoria en la Guerra de las Malvinas de 1982”, detalla una nota de la subasta. El emblemático balón tiene impreso en negro “Balón oficial de la Copa Mundial 1986: Ballon Officiel Coupe du Monde 1986” en uno de sus paneles pentagonales, y “México Azteca”, el estadio donde se llevó a cabo el partido, en otro panel.
Además, el balón incluye una carta de Bin Nasser y un certificado de autenticidad de la firma Resolution Photomatching, que proporcionó un ResMatch para el balón. En una primera subasta en Londres el pasado noviembre, Bin Nasser no logró concretar la venta a pesar de una oferta de 2,4 millones de dólares, y parece que esta vez las cosas no han salido como esperaba.