Foto: Pedro Ruiz | Facebook
El coreógrafo cubano-americano Pedro Ruiz se convirtió en el protagonista de uno de los eventos danzarios más significativos de la escena neoyorkina en esta época del año.
Por tercer año consecutivo, las cinco principales compañías de danza de la ciudad se reunieron en el BAAND Together Dance Festival, un evento organizado por el Lincoln Center.
Esta institución cultural solicitó a Ruiz que creara una pieza que, por primera vez, reunió en el escenario a los bailarines del New York City Ballet y del Ballet Hispánico.
El Festival, que surgió tras la pandemia del COVID-19 con la meta de atraer al público y celebrar los diversos estilos de danza, tuvo como participantes, además del New York City Ballet y el Ballet Hispánico, al American Ballet Theatre, la Compañía de Alvin Ailey y el Dance Theatre of Harlem.
Como plato fuerte se presentó la coreografía de Ruiz, que ofreció en estreno mundial “Pas de O’Farrill”, un homenaje al pianista y compositor mexicano Arturo O’Farrill.
El coreógrafo cubano es el segundo latino elegido por el Lincoln Center para este tipo de proyecto, después de que el año pasado la coreógrafa colombiana Annabelle López Ochoa asumiera esta responsabilidad.
En diálogo con la agencia EFE, Ruiz expresó que fue un honor recibir el encargo que lo llevó a colaborar con el New York City Ballet y a crear una pieza que fue muy bien recibida por el público presente.
Junto al director artístico del Ballet Hispánico, el también bailarín y coreógrafo cubano Eduardo Vilaró, propusieron esta pieza en homenaje a O’Farrill, quien además ha colaborado con este grupo latino de danza tocando en vivo.
Formado en ballet clásico en Cuba, Ruiz fue durante 21 años el principal bailarín del Ballet Hispánico. Con 19 años llegó a Nueva York, una ciudad en la que mantiene vivas sus raíces a través de la danza.
Precisamente, este es uno de los objetivos de la pieza, que fusiona el estilo clásico con el contemporáneo a través de melodías latinas, un aspecto que Ruiz considera esencial, ya que, como afirmó a EFE, “hay que mantener nuestra cultura viva a diferentes niveles.”