Foto: Luis Ernesto Doñas | Facebook
El director artístico y cinematográfico cubano Luis Ernesto Doñas se encargará de la próxima producción de la ópera “Werther” en Eslovenia. Actualmente, la obra se encuentra en sus últimos ensayos en la Ópera de Liubliana, con el estreno programado para el 18 de enero.
Doñas acepta este nuevo desafío internacional tras haber demostrado su talento con un equipo multidisciplinario en producciones como Acquaprofunda de Giovanni Sollima y Otello de Rossini en Japón.
Tras 45 años de ausencia, Werther de Jules Massenet regresa al escenario de Liubliana. Esta ópera fue presentada por primera vez en la ciudad durante la temporada 1908-1909 y su última representación fue en 1978-1979.
El equipo que acompañará al director cubano está compuesto por profesionales internacionales, incluyendo la escenógrafa Chiara La Ferlita, la diseñadora de vestuario Elisa Cobello y la diseñadora de iluminación Camilla Piccioni.
Werther es una ópera en tres actos de Massenet, con un libreto elaborado por Edoard Blau, Paul Milliet y Georges Hartmann. En esta producción participarán destacadas figuras de la ópera eslovena como Aljaž Farasin, Martin Sušnik, Nuška Drašček, Elena Dobravec, Margareta Matišic, Štefica Grasselli y Nina Dominko, entre otros. La dirección musical estará a cargo del belga Ayrton Desimpelaere.
Además, Doñas se encuentra trabajando en su primer largometraje de ficción titulado Esencia Habana. Esta película recibió el Premio Lily Postproducción-Etalonaje en el Festival Biarritz América y cuenta con el apoyo de Ibermedia.
En 2023, también finalizó la coordinación de la quinta edición del Festival Habana Clásica, un evento dedicado a traer a la capital cubana lo mejor de la música internacional, en colaboración con el talento local. Este festival está dirigido por el pianista Marcos Madrigal.
La formación y trayectoria de Doñas en la dirección artística de óperas se desarrollaron en el Programa de Jóvenes Artistas Fabbrica del Teatro dell’Opera di Roma.
En cuanto a esta nueva adaptación, Doñas comentó al medio Cuba Business Report: “Nuestro Werther, además de poeta como sugiere Massenet, también es pintor como en el original de Goethe. Esto permite un acercamiento plástico al texto, creando un universo suspendido donde coexisten elementos clásicos con objetos contemporáneos y donde la dicotomía naturaleza-sociedad se enfrenta, llevando al personaje principal a un estado de total extrañamiento”.