Foto: RL Hevia
Una noticia recurrente en Cuba es el inicio de la distribución del gas licuado de petróleo (GLP), esta vez con la llegada a la región oriental del país de un buque que trae el suministro necesario para reanudar la venta.
Según informan fuentes oficiales, el barco transporta 9,377 toneladas de GLP que se destinarán tanto a la población como al sector estatal que requiere este combustible.
A partir de este viernes 29 de noviembre, después de 25 días sin venta, los puntos de distribución del conocido gas de balita comenzarán a atender a las personas que no pudieron adquirir el producto en la entrega anterior.
Se estima que alrededor del 50 % de la población no tuvo la oportunidad de comprar este elemento fundamental para la elaboración de alimentos en un contexto caracterizado por apagones prolongados.
En las provincias de La Habana, Artemisa y Mayabeque, se utilizarán los primeros cuatro días tras la llegada del producto a los puntos de venta para atender a aquellos que no compraron entre el 9 de octubre y el 4 de noviembre; para el resto de las provincias, el plazo será de cinco días.
Sin embargo, la distribución no será inmediata. Según un comunicado de la Empresa de Gas Licuado, después de completar la descarga en Santiago de Cuba, el buque se dirigirá a La Habana, donde se espera que inicie la venta entre el 2 y 3 de diciembre, comenzando el mismo día 3 o 4.
Posteriormente, el buque tiene previsto salir hacia Matanzas, seguido por Nuevitas, regresar nuevamente a Santiago de Cuba y concluir, una vez más, en La Habana.
Se informó que se mantendrá la entrega dos veces al año a los clientes normados que reciben el GLP en calidad de reserva, ya sea a través del mecanismo de puerta a puerta o en puntos de venta, lo cual sigue siendo una preocupación entre los ciudadanos que han comprado «reservas» por cerca de once mil pesos para asegurar el acceso al producto.
Los directivos de Cupet señalaron a la prensa oficial que, “a pesar de esta nueva entrega, no se podrá satisfacer toda la demanda, ya que ha habido un bache en la entrega de combustible por la llegada del producto”.
Esto incrementa las inquietudes entre la población, quienes se cuestionan cuándo podrá finalizar la venta ante la falta de disponibilidad, lo que también podría fomentar la reventa del gas de balita o los turnos para su adquisición.