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Texto: Fede Gayardo
El gobierno de Cuba ha admitido que cuatro municipios de La Habana están experimentando la situación más grave en cuanto al tráfico y consumo de drogas en la isla: Marianao, La Lisa, Arroyo Naranjo y San Miguel del Padrón.
Así lo manifestó el coronel Juan Carlos Poey, líder del órgano especializado en la lucha contra las drogas del Ministerio del Interior (MININT), durante el programa Hacemos Cuba, presentado por Humberto López.
Poey expresó que “ahí se concentran las bases del tráfico. Hay una cultura de consumo. Ahí residen los principales traficantes y consumidores de drogas”.
Asimismo, se detalló que en los barrios de La Güinera, de Arroyo Naranjo, y El Palenque, en La Lisa, se ha comenzado a registrar el consumo de Metanfetaminas, lo que indica un agravamiento en la drogadicción, desplazándose de los cannabinoides sintéticos (El Químico) hacia las Metanfetaminas (en forma de pastillas, polvos o cristales psicoestimulantes).
En sus declaraciones, el coronel del MININT atribuyó este incremento en el tráfico y consumo de drogas a “un grupo de cubanos” que buscan promover un mercado de Metanfetaminas debido a su alta rentabilidad.
Explicó que de un gramo de Metanfetamina se obtienen entre 12 y 18 fragmentos, que se venden por precios que oscilan entre 1,000 y 1,500 pesos cubanos (CUP). Sin embargo, lo más rentable sigue siendo el conocido como El Químico, ya que una hoja tamaño carta impregnada de cannabinoide sintético se puede dividir en 1,200 dosis, que se comercializan a 120 CUP cada una.
Durante el programa televisivo, se destacó que históricamente Cuba ha recibido marihuana, pero en tiempos recientes, la isla ha enfrentado consecuencias por la superproducción de cocaína en países del Sur.
En la actualidad, Poey amplió que Cuba recibe cocaína y que el 90% de esta es transformada en crack. Esta droga, mayormente, es introducida por extranjeros a través de su cuerpo, siendo frecuentemente detectada en el aeropuerto José Martí de La Habana.
El MININT asegura que en el aeropuerto habanero se trabaja de manera anticipada a la llegada de los vuelos para identificar a los pasajeros que cumplen con el perfil más comúnmente asociado a los traficantes, tomando en cuenta su nacionalidad y rango de edad.
Por su parte, el coronel Roberto Aguilera Puig, jefe de la unidad de Frontera de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería, añadió que en el aeropuerto también se han detectado la entrada de electrodomésticos cuyos manuales están impregnados de El Químico, así como otros tipos de drogas ocultas en latas de conservas, las cuales son detectadas a pesar de que los envases estén sellados, gracias a la variación del peso.
A pesar del aumento en el tráfico y venta de drogas, el coronel Poey subrayó que la estrategia de la isla se basa en “lograr un equilibrio entre la prevención y el enfrentamiento”, algo que claramente no parece estar funcionando, según sus propias declaraciones.