FotoCollage: Facebook
Texto: Fede Gayardo
El Gran Maestro de la Logia de Cuba, Mario Alberto Urquía Carreño, hizo llegar un mensaje a los masones cubanos tras la manifestación que tuvo lugar esta semana frente al Gran Templo Nacional Masónico, donde se exigió el cumplimiento de la decisión de separación del cargo y la no intervención del Estado en los asuntos de la Institución.
El documento, al que tuvo acceso el medio no estatal Cubanet, critica la elección de algunos miembros de su jurisdicción de priorizar sus intereses personales “por encima de los intereses de la Institución”.
Como bien describió Urquía, “la intención de estos hermanos era llevar a cabo una ‘protesta pacífica’ en la entrada del Gran Templo Nacional Masónico y terminó en el vestíbulo del piso 11, a las afueras del Despacho del Gran Maestro”.
Además, afirmó que “no existió violencia alguna a pesar de que ingresé por la puerta principal del Gran Templo ante la presencia de muchos de mis hermanos”. Sin embargo, insistió en que “las demandas expresadas dentro de las supuestas leyes masónicas, en nada se ajustaron a nuestros preceptos y juramentos”.
En su carta, también subrayó que en la protesta participaron representantes del Supremo Consejo, entre los que mencionó a Angel Santiesteban Prats, a quien acusó de haber tenido un “rol protagónico en la campaña de desprestigio y la distorsión de los hechos”.
Asimismo, mencionó a la periodista no estatal Camila Acosta, a quien señaló de tener acceso a información que “un profano” no debería poseer para abordar “asuntos internos masónicos a través de redes sociales desde el principio”.
Este comportamiento, según Urquía, evidencia la postura de algunos hermanos de “arremeter directamente contra instituciones del gobierno con marcadas posiciones políticas, que para muchos se disfrazan de supuestos motivos masónicos”.
Por lo tanto, decidió aclarar que “fue violentado por algunos el principio de discreción que deben tener nuestras acciones, y no permitir que se expongan nuestros asuntos internos fuera de nuestras logias y mucho menos con intereses espurios de otra índole”.
Respecto a la protesta del pasado 23 de julio, el Gran Maestro recalcó que se intenta “fomentar nuevamente un rechazo masivo hacia esta Gran Maestría. Se retoma el discurso de la expulsión por el Decreto 009/24 y se desatienden las razones legales masónicas de su no aplicación y la decisión tomada por el órgano rector de las asociaciones en nuestro país, vulnerando una vez más uno de nuestros Antiguos Límites que establece que la Masonería respeta la organización civil y política del país en el que se encuentra”.
Finalmente, Urquía Carreño hizo un llamado una vez más a “cumplir con nuestros preceptos masónicos, y a no participar en ninguna conspiración o complot, no permitamos que los enemigos internos nos utilicen para lograr objetivos que nada tienen que ver con los Preceptos Fundamentales y pongamos en riesgo nuestra existencia.”
“Esta Gran Maestría defenderá la permanencia de nuestra Augusta Institución por encima de cualquier interés personal o político. Resolvamos nuestros problemas de manera interna y apegados a las leyes masónicas, no a través de redes sociales o medios de prensa”, concluyó.