Foto: Ricardo López
Texto: Alejandro Varela
El drama deportivo más comentado en el mundo del béisbol cubano continúa desarrollándose esta semana, sin que se aclare el conflicto central: la obtención de visas estadounidenses para que la selección de Cuba participe en el Preolímpico de las Américas, que comenzará el próximo 31 de mayo.
Tras desmentir el lunes las afirmaciones provenientes de Estados Unidos que daban por finalizado el proceso, la Federación Cubana (FCB) volvió a afirmar hoy que aún no dispone de la documentación necesaria para realizar el viaje a la nación norteamericana.
Este nuevo tweet es casi idéntico al anterior, y surge un día después de que el periodista Boris Luis Cabrera, colaborador de Cubadebate y Tribuna de La Habana, publicara en su perfil de Facebook que varios jugadores del equipo le habían asegurado que las visas estaban listas y que las recogerían en la embajada estadounidense de La Habana.
No obstante, el post del también columnista ocasional en Play-Off Magazine y Swing Completo fue retirado misteriosamente pocas horas después, y en su lugar, el autor compartió una nota de la agencia AP que cita a un alto funcionario de la FCB, proporcionando detalles sobre el proceso de visado aún inconcluso.
El tesorero de la FCB, Luis Daniel del Risco, declaró a Andrea Rodríguez, corresponsal del medio estadounidense en Cuba, que aún no tienen la documentación necesaria, a pesar de los “ingentes esfuerzos” realizados.
«Se buscó en México, se intentó en Panamá y tratamos de hacerlo (el trámite) en Guyana», explicó el federativo, quien ahora lidera la FCB junto al vicepresidente Yosvani Aragón, luego del fallecimiento del anterior presidente Higinio Vélez, debido a complicaciones derivadas de la COVID-19.
Por su parte, la agencia Reuters confirmó que el miércoles algunos miembros del equipo participaron en entrevistas para sus visas en la embajada de Estados Unidos en La Habana, algo sin precedentes desde que la sección consular de esa embajada suspendió sus servicios hace tres años.
No obstante, AP informó que los cubanos todavía no han recibido respuesta sobre el estado de sus visas y añadió que su personal trató de comunicarse con el Departamento de Estado, pero este alegó que los registros de visas son confidenciales y no proporcionó detalles al respecto. Reuters tampoco obtuvo respuesta de la institución sobre si se reanudará la emisión regular de visados en Cuba.
Para no quedar atrás y ofrecer su perspectiva, el diario Jit, órgano oficial del Inder, publicó este miércoles una entrevista con el propio Del Risco, en la que aborda el mismo tema, aunque expone otros aspectos que son bastante esclarecedores.
El funcionario reveló que, dado que no lograron gestionar las visas en otros países y “a partir de una investigación realizada”, presentaron la solicitud en la embajada de La Habana el 11 de mayo y notificaron su intención de volar hacia el estado de Florida el 21 de ese mes.
Con solo dos días restantes hasta la fecha tentativa de viaje, la incertidumbre persiste, lo que explica los pronunciamientos de la FCB, quienes tras varias semanas sin brindar información sobre el tema, buscan ejercer presión sobre la parte estadounidense.
Sin embargo, en esta historia no se puede pasar por alto que dentro del protocolo del Departamento de Estado para la emisión de visados se incluye el denominado “procesamiento administrativo”.
Este procedimiento aplica a individuos que generalmente no son elegibles para recibir un visado estadounidense, como ocurre con una delegación oficial de un país que figura en la Lista de Patrocinadores del Terrorismo, y requiere autorizaciones adicionales, sin un período específico para su resolución.
Comprendiendo la complejidad de la situación, lo más probable -en la opinión de este redactor- es que se resuelva favorablemente en los próximos días, ya que sería un escándalo que Cuba no pudiera participar por esta razón en el evento clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio.
Cuando todo finalice, esta telenovela se convertirá en un nuevo capítulo, uno más, de las deterioradas relaciones entre ambos países, que en varias ocasiones han tenido al béisbol como centro tanto para aliviar como para tensar el conflicto.