Collage Fotográfico: RRSS
Autor: Fede Gayardo
El reconocido percusionista cubano José Alberto Himely Torriente, uno de los fundadores del grupo Moncada, falleció en La Habana a la edad de 77 años.
Aunque no se han hecho públicas las razones de su fallecimiento, la noticia ha causado un profundo impacto en el ámbito cultural de la isla.
En las redes sociales, colegas y seguidores han compartido emotivos tributos. Frank Delgado, quien colaboró con Moncada en diversas ocasiones, publicó un mensaje conmovedor recordando al percusionista con cariño: “Saludos al Gordo Trujillo”, haciendo referencia a su apodo.
Asimismo, las instituciones culturales también rindieron homenaje a Himely a través de las redes sociales. El Instituto Cubano de la Música manifestó su profundo pesar por su partida, destacando su dedicación a la música cubana.
De acuerdo con la institución, él fue “un activista esencial entre los músicos”, siempre sobresaliendo por su disposición y entusiasmo, características que aseguran que su legado en la cultura nacional perdurará. Además, lo describieron como un “cubano auténtico. Siempre amigo, y dispuesto a cumplir con su deber y a repartir alegría”.
Figura fundamental en la música cubana desde los años 70, Himely, conocido por su distintivo sombrero y su presencia discreta detrás de las tumbadoras, se ganó el respeto de sus compañeros y seguidores.
Hasta poco antes de su desaparición, continuaba activo como miembro del grupo Moncada, con el que dejó una marca imborrable en la escena artística cubana. Más allá de su carrera musical, participó activamente en los procesos culturales y políticos del país.
A pesar de haberse graduado en Economía, dedicó su trayectoria profesional a la música, siendo un pilar del Movimiento de la Nueva Trova y un firme colaborador del proyecto sociopolítico cubano. Como uno de los fundadores de Moncada, su legado permanece en la historia de este emblemático grupo.
La partida de Himely deja un vacío considerable en la música cubana. Su aporte al sonido que representa a Cuba en el ámbito internacional y su conexión con el público no solo reflejan su talento, sino también su fervor por la cultura.
Siguiendo el deseo de sus seres queridos, los restos de José Alberto Himely Torriente serán incinerados. “Nos quedan sus tambores resonando por Cuba”, concluyó la nota del Instituto Cubano de la Música.