Foto: Cadena Agramonte
Texto: Hugo León
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) ha anunciado ya los ganadores del Premio David, que se otorga cada año a nuevos autores en las categorías de cuento, poesía y ensayo. A diferencia de lo que ha sido habitual en pasadas ediciones, los premiados en 2023 no verán sus obras publicadas en formato físico, sino en forma de libro electrónico.
Este año los galardonados fueron Cintia Vargas Sarmiento en la categoría de ensayo con su obra “La historia de la canción trovadoresca. Crónica de una revolución, dentro de la revolución”; Nelson Pérez Espinosa en la categoría de cuento por “Allí donde el fuego arde”, y Joel Herrera en poesía, con su libro “Las estancias del aire”.
Los premios de este año incluyen 20 mil pesos en metálico y un diploma acreditativo, además de la publicación de la obra.
¿Se publican o no los libros?
Una de las condiciones para participar en el concurso es que los postulantes no deben tener libros publicados por editoriales cubanas o extranjeras. Esta ha sido considerada una fortaleza del Premio David, ya que promueve la carrera de escritores jóvenes o de autores noveles.
No obstante, como anunció la Uneac en su sitio web al abrir la convocatoria para 2023, la publicación de las obras estará a cargo de Ediciones Unión y, “en esta ocasión se realizará en formato de libro electrónico, lo que no impide que cuando las condiciones lo permitan, se publique en papel”.
Una desventaja de esta modalidad de publicación es que, en Cuba, la práctica de adquirir libros en formato digital no es muy común entre la población. Además, las bases no aclaran cómo se llevará a cabo la distribución de estos archivos en bibliotecas o librerías.
Atrasos en las publicaciones de libros ganadores
Fuentes cercanas informaron a Cuba Noticias 360 que Ediciones Unión aún no ha publicado los libros ganadores de las ediciones anteriores, al menos los de los últimos dos años.
Un claro ejemplo de esta situación es el poemario “Reconstrucción de matrices progresivas” de la escritora holguinera Ana García Ramos, ganadora en 2021. Hasta el momento, el texto no ha sido publicado y la editorial no se ha puesto en contacto con la autora para avanzar en la edición final y la impresión.
Asimismo, el otro libro laureado en 2021, “Las azules colinas de Europa”, de la matancera Nathaly Hernández, tampoco ha sido publicado. Ese año, solamente se convocó el premio en las categorías de poesía y narrativa de ciencia ficción.
Falta de materias primas, transversal a todos los sectores
La carencia de tinta, papel y otros insumos en Cuba impacta no solo la publicación de libros. Por esta misma razón, el país ha dejado de imprimir millones de sellos en los últimos dos años, lo que ha generado una escasez notable de sellos timbrados.
Además, en diciembre de 2022, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) comunicó que no distribuiría la factura impresa de telefonía básica a sus clientes debido a la falta de papel y otros insumos.
Recientemente, la Empresa Eléctrica también anunció que suspenderá el cobro en efectivo en oficinas de La Habana, justo cuando la población se queja de la escasez de efectivo en cajeros y en circulación en general.