Foto: Yomil | Instagram
El reguetonero cubano Yomil Hidalgo compartió en sus redes sociales una dura experiencia vivida durante un reciente viaje en la autopista cubana. El coche en el que viajaba se quedó varado tras la explosión de dos neumáticos debido al mal estado del asfalto.
“Ayer me quedé botado, se reventaron las dos gomas en uno de los tantos huecos que hay en el km 84 de la autopista de camino a La Habana”, expresó a sus seguidores en Instagram.
El artista alertó a los conductores sobre el peligro que presenta ese tramo de la carretera y se quejó de que las condiciones del lugar permanece inalteradas desde hace años.
“Tengan cuidado todos los que manejan y pasan por ahí, que por lo que veo esos baches del km 80 al 60 parece que en Mayabeque no hay asfalto para tapar eso que lleva años así”, lamentó.
El llamado de atención de Yomil sobre el estado de la carretera se suma a las alertas realizadas por cientos de choferes cada año, quienes piden una inversión en la infraestructura vial cubana en general.
En los medios estatales se menciona de forma esporádica el estado de las vías cubanas, y desde el Ministerio de Transporte se presenta anualmente un informe que detalla la ejecución de reparaciones en las calles y autopistas. Sin embargo, las inversiones en este rubro no son suficientes para contrarrestar años de deterioro.
No obstante, es en las redes sociales donde se escucha más frecuentemente sobre el estado de las carreteras en Cuba, así como quejas sobre las calles en general, ya que representan un gran riesgo para los conductores.
De hecho, una gran parte de las quejas de los choferes está relacionada con los accidentes. Según explican conductores experimentados, el mal estado de las calles dificulta la conducción de los vehículos y también daña progresivamente sus partes y componentes.
Además, los baches sin reparar o las calles mal asfaltadas y carentes de iluminación son causas comunes de muchos accidentes de tránsito, coinciden.
Sumado a esto, la mayoría de los vehículos que circulan en Cuba tienen varias décadas de uso y sus piezas son adaptadas debido a la falta de originales; el llamado “museo rodante” que mencionan los turistas por los coches viejos se convierte en un verdadero “riesgo andante”.