El sueño de llegar a Estados Unidos se desvaneció: México se convierte en el nuevo destino para los cubanos.

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Foto: Shutterstock

Texto: Hugo León

Incertidumbres, miedos y tensiones marcaron el 20 de enero de 2025 para miles de migrantes y sus seres queridos, ya que ese día Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos y rápidamente comenzó a implementar sus promesas de reforzar las fronteras.

Para muchos, el sueño de alcanzar tierras norteamericanas se desvaneció a pocos metros de lograrlo, justo en las inmediaciones de los puntos de cruce fronterizo.

“El día en que cerraron el CBP ONE, había mucho estrés y todos estábamos intranquilos; nos preguntábamos qué pasaría con nosotros”, contó a Cuba Noticias 360 Andy Fernández, uno de los muchos cubanos que, con su cita en mano, vio cómo se desvanecía su oportunidad de cruzar.

La historia de Andy no es aislada, pero son pocos los cubanos en México que desean compartir lo que sucedió tras la asunción de Trump.

Andy arribó a México en marzo de 2024, dejando en Cuba a su esposa e hija de seis años. Su travesía comenzó en Nicaragua y, aunque el trayecto hasta Tapachula le resultó “fácil”, la llegada a Ciudad de México fue el verdadero desafío.

Luego, a diferencia de aquellos que cuentan con familiares que los mantienen, él tuvo que encontrar trabajo mientras esperaba la confirmación de su cita por CBP One.

“Conseguir empleo resultó otra misión casi imposible; largas distancias en autobús para trabajar, salarios bajos, despidos injustificados, esa fue mi rutina”, nos relata.

A lo largo de nueve meses, tuvo más de cinco empleos mientras esperaba el esperado correo electrónico. A esto se sumaba la escasa o nula seguridad que le otorgaba su estatus legal en México, y con Trump a punto de asumir la Casa Blanca, debía tomar alguna decisión que alterara su rumbo.

Asilo en México, la alternativa para muchos

A pesar de que México continúa alineado políticamente con Cuba y que las relaciones entre ambos han ido estrechándose con el tiempo, los cubanos pueden solicitar asilo político, algo que hasta hace poco era desconocido para muchos. Andy fue uno de los que lo solicitó.

“Solicité asilo político en México porque se acercaba la fecha en que Trump asumiría la presidencia y sabía que la situación se iba a complicar, y me lo otorgaron”, explica.

“Fue una alegría inmensa y hasta me había mentalizado para continuar mi vida en México, que aunque no es Estados Unidos, es preferible a regresar a Cuba”, rememoró.

Sin embargo, el 3 de enero, 17 días antes del momento clave, a Andy, junto con un amigo que viajaba con su esposa y un niño de dos años, les llegó la cita de CBP One para el 22 de ese mes.

“Pensamos que habíamos logrado el último tren. Después de tantos meses de espera y sufrimiento, creímos que por fin llegaríamos al país de las oportunidades”, lamentó.

Con los pocos ahorros que tenían, se costearon el viaje hasta Piedras Negras y pagaron el hotel donde supuestamente esperarían unos días antes de entregarse en la frontera.

El día que lo cambió todo

Según Andy, tras conocerse la noticia no hubo tumultos ni disturbios, ya que los militares estaban presentes en la frontera y en Piedras Negras.

“Nos arrebataron la esperanza de cruzar, y de repente se empezó a hablar del Programa Quédate en México, pero no era algo seguro. De la noche a la mañana, toda felicidad se desmoronó, ¡y por solo dos días!”

“Muchos cubanos aquí en México incluso temen ser deportados y por eso viven escondidos, incluso aquellos con algún tipo de proceso legal que podría protegerlos de la deportación”, explica.

“Como no se sabe con certeza, si estás en la calle y ves venir a la policía, debes doblar la esquina porque, en el mejor de los casos, te pueden deportar a Tapachula y, en el peor, a Cuba.”

“En Piedras Negras quieren ofrecer trabajo, la frontera está vigilada constantemente, 24 horas al día, y hay muchas camionetas con migrantes que han sido capturados en la calle”, comenta.

A esperar cuatro años

En cuanto a sus planes a futuro, afirma que esperará cuatro años a que cambie el presidente de Estados Unidos o que se implemente una nueva ley que le permita cruzar y solicitar asilo, opción que considera poco probable.

Andy menciona que actualmente una travesía desde Tapachula a Estados Unidos cuesta entre 15,000 y 16,000 dólares y no ofrece garantía alguna. “Te dicen, por ejemplo, cruza la cerca, métete por este túnel hasta allá y cuando salgas, ya depende de ti; si te atrapan, mala suerte y si no, ¡felicidades!”.

“Lo que creo que va a suceder es que tendremos que esperar aquí en México por el MPP, aunque se comenta que la presidenta de México no quiere ese programa porque llenaría el país de migrantes de diferentes lugares.”

Su historia, concluye, es el precio de escapar de los apagones, la escasez, los actos de coerción, las largas colas y la miseria en la que se ha sumido Cuba en los últimos años.

CBP One en cifras

Desde enero de 2023, más de 936,500 personas han utilizado la plataforma CBP ONE para programar citas con el fin de presentarse en los puertos de entrada. Según un cálculo de CBS, al cierre de la aplicación, al menos 270,000 personas quedaron varadas.

El programa Quédate en México obliga a los solicitantes de asilo que llegan a la frontera sur de Estados Unidos a permanecer en México mientras esperan la resolución de sus casos en los tribunales migratorios estadounidenses.

De acuerdo con datos de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), más de 71,000 migrantes fueron devueltos a México bajo este programa desde su primera implementación en 2019 hasta enero de 2021, y la cantidad de casos aprobados de asilo fue extremadamente baja.

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