Foto: Roy Leyra | CN360
La antigua promesa de restaurar el Teatro Auditórium Amadeo Roldán en La Habana ha caído en el olvido, ya que se encuentra en un avanzado estado de deterioro tras su cierre.
A pesar de su ubicación en una esquina céntrica del Vedado y de ser una joya arquitectónica que fue sede de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, ha permanecido durante años como una «obra en restauración» que nunca se concluye.
Varias imágenes recientes del grandioso teatro circulan en grupos de Facebook, donde muchos usuarios han expresado su preocupación y tristeza por el estado actual de un espacio tan significativo, considerado uno de los más bellos de la ciudad y con una acústica excepcional.
Con capacidad para 2,500 espectadores, fue el teatro más moderno del país hasta la construcción del Blanquita en 1949. Tras el triunfo de la Revolución en 1959, se le otorgó el nombre del músico cubano Amadeo Roldán, convirtiéndose en el Teatro Auditórium Amadeo Roldán.
Sin embargo, un incendio lo devastó casi por completo el 30 de junio de 1977, por lo que estuvo cerrado durante más de 20 años, reabriendo sus puertas el 10 de abril de 1999, dedicado completamente a la música de concierto, su misión fundacional.
El teatro fue modernizado para funcionar como multisala y se le dotó de alta tecnología, incluyendo un sistema de climatización a través de las butacas, según diversas notas de prensa. No obstante, el trabajo realizado resultó ser muy deficiente. Dos décadas después, tuvo que ser cerrado nuevamente debido a su mal estado constructivo. Y hoy, permanece en la misma situación.