Si anteriormente se le había considerado “la nueva Steve Jobs”, en la actualidad las búsquedas en Google sobre Elizabeth Holmes la vinculan con términos como “estafa”, “mentira” y “cárcel”. De la meca tecnológica de Silicon Valley, California, a la prisión; ese podría ser el destino de una carrera que inicialmente prometía un éxito rotundo. Incluso Wikipedia ha actualizado recientemente su biografía para calificarla como “presunta estafadora”.
¿Pero quién es esta joven que hoy acapara los titulares a nivel mundial?
Graduada de Stanford, Elizabeth fundó Theranos, una empresa privada que, según su creadora, tenía la intención de “revolucionar los diagnósticos de enfermedades”. De acuerdo con el diario El Universal, “la tecnología que estaba desarrollando Theranos, para supuestamente detectar cientos de enfermedades con un simple pinchazo de sangre, parecía increíble. Y lo fue”. Se hace referencia a la prueba Edison, lanzada hace aproximadamente siete años, que prometía ser efectiva para diagnosticar enfermedades como el cáncer y la diabetes con solo unas pocas gotas de sangre.
Asimismo, el portal de noticias El CEO informa que un ex empleado de la compañía testificó en el juicio contra Holmes que Theranos presentó a los inversionistas proyecciones de ingresos mucho más optimistas de lo que esperaba el equipo financiero de la empresa.
Luego de varios retrasos y del colapso de la startup en 2018, el juicio contra Holmes por fraude, del cual se declara inocente, comenzó en septiembre y se prevé que dure entre tres y cuatro meses. Sus abogados han argumentado que se trata de una mujer de negocios que fracasó, pero no de una estafadora; a esto se sumó, el pasado domingo 5, la declaración de que su exnovio y socio comercial, Ramesh ‘Sunny’ Balwani, “abusó sexualmente de ella y la controló emocionalmente en el momento de los presuntos delitos, socavando su estado mental”.
Lo cierto es que, si Elizabeth Holmes es declarada culpable de los más de doce cargos que se le imputan, podría enfrentar hasta veinte años de prisión.