Foto: Cuba Noticias 360
A partir del 21 de marzo, todos los ciudadanos cubanos tendrán la oportunidad de realizar la reposición de su vehículo, gracias a la disponibilidad de medios de transporte en un proceso “completamente automático”.
Según informaron medios de comunicación estatales, la medida “tiene como finalidad modernizar el parque automotor del país y optimizar la eficiencia del transporte”.
Este proceso de reposición, promovido por el Ministerio de Transporte en conjunto con la empresa Servicios Automotores S.A. (SASA), permitirá a los propietarios de vehículos entregar sus autos a cambio de otros más modernos que han sido descartados por el sector turístico por fallos técnicos menores, pero que todavía son funcionales.
No obstante, las autoridades han indicado que la medida “no está dirigida a un proceso gradual de reposición de todo el parque automotor nacional, ya que las posibilidades actuales del turismo y la economía son muy limitadas”.
Los propietarios ahora podrán entregar su auto y, como contraprestación, se ofrecerá un vehículo más moderno en moneda nacional como “una opción dentro de las posibilidades económicas existentes”.
Se aclaró que cada usuario tendrá dos oportunidades para aceptar o rechazar la propuesta y, tras ser notificados por correo electrónico, tendrán cinco días para aceptar en línea y cinco días adicionales para confirmar en agencias autorizadas.
Más de 3,000 solicitudes ya aprobadas avanzarán en la primera etapa, que finaliza el 16 de marzo, y de las 7,975 pendientes, unas 113 están incompletas debido a la falta de datos de los clientes.
Aunque esta medida representa “un esfuerzo”, la cantidad de vehículos disponibles para el canje es limitada, lo que podría dejar a muchos propietarios sin la posibilidad de aprovechar esta iniciativa.
Para que esta acción tenga un impacto real y duradero en quienes realmente la requieren, es crucial abordar las limitaciones actuales, garantizar la transparencia en el proceso de selección y asegurar que los vehículos ofrecidos cumplan con estándares adecuados de seguridad y eficiencia. Solo de esta manera se podrá convertir esta propuesta en una solución efectiva y no en un paliativo temporal.