Foto: Cuba Noticias 360
Los cubanos, ya sean creyentes o no, están familiarizados con Santa Bárbara, quien, junto a la Virgen de la Caridad del Cobre, la Virgen de Regla y San Lázaro, figura entre las deidades más adoradas en Cuba.
Este 4 de diciembre, cientos de fieles cubanos se visten de rojo en celebración de la historia de esta santa, profundamente ligada a la cultura y a las tradiciones de la isla.
Su devoción, en efecto, trasciende el culto oficial de la iglesia católica, ya que está marcada por el sincretismo con Changó, una de las deidades más relevantes del panteón yoruba.
Se dice que Santa Bárbara nació el 4 de diciembre del siglo III d.C. en Nicomedia, que hoy corresponde al territorio de Turquía.
Los documentos y leyendas indican que era hija de Dióscoro, quien la encerró en su castillo para mantenerla alejada de sus pretendientes y del cristianismo. Durante su confinamiento, Bárbara se instruyó en poesía, artes y filosofía, y también adoptó la fe cristiana en secreto.
Se relata que su padre intentó casarla, pero Bárbara se negó, ya que se había dedicado a Cristo. La reacción de Dióscoro fue golpear a su hija frente a sus dioses paganos. Aunque logró escapar, fue capturada posteriormente y sometida a terribles torturas.
Fue juzgada y condenada a la decapitación, pena que fue ejecutada por su propio padre. La leyenda dice que, tras su muerte, un rayo descendió del cielo y acabó con la vida de Dióscoro.
Reconocida como la patrona de los artilleros y mineros, hoy se le reza para buscar protección contra tormentas, rayos y truenos.
Santa Bárbara es representada con una espada, que simboliza su martirio, un cáliz de vino que representa la sangre de Cristo, rayos, ramas de olivo y una corona de rocas. A menudo se la muestra junto a la torre donde fue encerrada por su padre.
En la santería cubana, Santa Bárbara se asocia con Changó, el orisha de la justicia, el trueno, los rayos y el fuego.
Changó es, de hecho, uno de los orishas más poderosos del panteón yoruba, conocido como el Rey de la Regla de Osha y comparte con Santa Bárbara los colores rojo y blanco.
