Espirales cubanas en expansión en Madrid

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Texto y Foto: Michel Hernández

Rodrigo García Ameneiro, un talento de 24 años, no es solo un pianista y compositor cubano, sino una realidad palpable en el ámbito musical de su país, gracias a su álbum titulado «Generación». Su propuesta artística resalta en cada escenario por donde se presenta, ya sea con su banda Espirales o como solista.

Este reconocimiento se respalda por varios premios en festivales de jazz, grabaciones significativas y colaboraciones con músicos de renombre. Asimismo, las críticas de la prensa especializada han resaltado su talento después de sus dos giras por Estados Unidos y su actuación anterior en Madrid.

Antes de dedicarse plenamente a la música, Ameneiro soñaba con convertirse en pelotero. Recientemente, brindó un concierto en Madrid junto al quinteto Espirales, compuesto mayormente por músicos de su generación que comparten el deseo de fusionar la música tradicional y popular cubana con el jazz, en un enfoque contemporáneo.

En el recital, el pianista diseñó un programa que incluía tanto clásicos de la música cubana como piezas originales que evidencian no solo su progreso en el jazz, sino su rica formación musical.

Entre los temas que interpretó el grupo se hallan «Capullo de Alelí», «Almendra» y «Pan con Tima», en un espectáculo que se acercó a diversas vertientes musicales, desde el jazz hasta ritmos populares, evidenciando así los diálogos que establecen con la historia musical cubana, mientras buscan constantemente “algo nuevo” que los distinga dentro del rico acervo sonoro de la isla.

El líder del grupo ha elegido a instrumentistas que comparten su deseo de investigar, profundizar y crecer desde las raíces musicales de Cuba. Cuentan con un talento comprobado y un estilo particular que los identifica dentro de la producción musical de las nuevas generaciones en el país.

El joven instrumentista se beneficia de su habilidad y de la tutela de uno de sus maestros, Aldo López Gavilán, una de las figuras más prominentes de la música en la isla. La conexión con López Gavilán se refleja en su impulso por explorar nuevas sonoridades a partir de géneros reconocidos, evitando así caer en la comodidad o el estancamiento creativo.

El público pudo apreciar en Ameneiro y su banda no solo su talento interpretativo, sino también la conexión entre sus integrantes, quienes durante más de una hora permitieron no solo vislumbrar el presente de una faceta de la música cubana, sino también anticipar el futuro de un género que se expande gracias a intercambios creativos, múltiples diálogos rítmicos y la calidad de sus exponentes. Resaltó en el concierto la profunda conexión interpretativa y emocional que establece con la violinista Tania Hase.

El pianista presta atención a los detalles, tanto en su labor como en la relación creativa con los miembros de su grupo. En varios momentos se percibe que aborda su rol como un juego, un divertimento, aunque uno muy serio del que buscan extraer toda la riqueza que la música puede ofrecerles, tanto a ellos como a su comunicación con el público.

El grupo contó con varios invitados en el concierto, incluyendo a la cantautora Rochy Ameneiro, quien en sus primeros pasos fue una guía para su hijo en el complejo mundo de la creación musical, hasta que el joven compositor estableció sus propias direcciones y reglas artísticas.

Ahora, el grupo ha regresado a La Habana, donde proseguirá con las grabaciones de sus próximos discos que lanzarán este año, y participará en el festival Jazz Plaza a finales de este mes, oportunidad que dará al público la posibilidad de disfrutar de una formación que ha hallado en la búsqueda, la transformación y la aventura musical uno de los fines de su destacada y joven carrera.

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