Foto: Reuters
Texto: Hugo León
Este viernes, fuerzas militares de Estados Unidos destruyeron un objeto volador no identificado que se encontraba en el espacio aéreo de Alaska, según informaron altos funcionarios de defensa de la nación norteamericana.
John Kirby, coordinador para Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, indicó que el objeto era de un tamaño similar al de un auto pequeño y fue derribado después de haber sido monitoreado durante las últimas 24 horas.
Kirby añadió que el objeto, del cual aún no se han proporcionado más detalles, volaba a una altitud de 40 mil pies (aproximadamente 12 mil metros) y representaba una amenaza razonable para la seguridad de los vuelos civiles.
Siguiendo las recomendaciones del Pentágono, el presidente Joe Biden ordenó a los militares que destruyeran el objeto, lo cual se llevó a cabo, según destacó la Casa Blanca en su informe sobre el incidente.
Informes de medios estadounidenses subrayan que el aparato no estaba tripulado y que sus restos cayeron en aguas estadounidenses.
Este acontecimiento se produce menos de una semana después de que la Fuerza Aérea de Estados Unidos derribara un globo chino que sobrevolaba el territorio nacional, supuestamente con fines de espionaje.
El globo fue destruido frente a las costas de Carolina del Sur el pasado sábado. Aunque se ha recuperado solo una pequeña parte de los restos, recientemente las autoridades estadounidenses afirmaron que el dispositivo estaba diseñado para recoger información de inteligencia y no simplemente datos meteorológicos, como sostiene el gobierno de Pekín.
China ha afirmado que su globo no era más que una aeronave civil errante utilizada principalmente para investigaciones meteorológicas y que se desvió de su rumbo debido al viento. Además, ha expresado su descontento y ha protestado, considerando el derribo de su aparato como una respuesta desproporcionada por parte de Washington.
Es importante recordar que Joe Biden también fue quien dio la orden directa de atacar el globo, y según el Departamento de Defensa estadounidense, Pekín tenía la intención de usar dicho dispositivo para monitorear instalaciones militares sensibles de su competencia.