Eurovisión 2021: un festival de música resistente al COVID-19.

Lo más Visto

Texto: Karla Castillo

Este año ha vuelto uno de los eventos más esperados en Europa: el Festival de la Canción Eurovisión regresa con gran fuerza, después de que la pandemia de COVID-19 impidiera la celebración de su edición de 2020, una interrupción sin precedentes en más de 60 años de historia.

Para evitar que el SARS-CoV-2 causara una nueva suspensión del evento, el comité organizador implementó una serie de estrictas medidas preventivas, dirigidas al personal, participantes, prensa y público.

La primera semifinal se llevó a cabo este martes en la ciudad portuaria de Rotterdam, en los Países Bajos. Los 3,500 espectadores que asistieron al Ahoy lucieron prendas coloridas, glamour y banderas, sin faltar las mascarillas, el distanciamiento de metro y medio, y la exigencia de presentar un DNI y un certificado de PCR negativo realizado en la mañana del mismo día.

Según la agencia española Efe, estos afortunados espectadores desfilaban con sonrisas, conscientes de ser testigos del Eurovisión más singular en más de seis décadas de historia, donde la principal norma era demostrar que no estaban infectados con el coronavirus.

La salud y la seguridad de los participantes eran la prioridad. Así, se prohibieron abrazos, saltos y las populares afterparties, medidas necesarias para mantener la burbuja de seguridad en la que se desarrolla el espectáculo.

Para la semifinal del jueves, se espera la misma cantidad de espectadores, y lo mismo sucederá el sábado durante la gran final. Nadie puede levantarse a bailar; deben disfrutar de sus canciones favoritas desde sus asientos. Puede parecer aburrido, pero es lo que requiere el contexto actual.

Las delegaciones de artistas, sus acompañantes y los periodistas tienen la obligación de realizar una prueba rápida cada 48 horas en el lugar. Su movilidad está restringida al centro de eventos y su hotel. Se prohíben salidas para actividades al aire libre, fiestas y compras. Solo se permiten actividades establecidas en el programa, como ruedas de prensa y ensayos.

En caso de un resultado positivo, se deberá declarar cuarentena para los contactos. Estas medidas buscan evitar que alguna actuación se caiga del programa si alguien se contagia; por eso, se decidió grabar las presentaciones de todos los artistas, permitiendo que el mundo escuche sus canciones sin que la cuarentena afecte esa posibilidad.

Cuatro delegaciones ya se encuentran en esa situación: Polonia, Islandia, Malta y Rumanía, porque algunos de sus miembros dieron positivo y deben permanecer en cuarentena en el hotel. Se espera el resultado de las PCR para tomar decisiones finales.

Los eurofans de todo el mundo podrán disfrutar de un evento en el que la mayoría de los países participantes, un total de 39, ha logrado viajar a los Países Bajos, a excepción de Australia, que emitirá su actuación pregrabada desde Sídney.

El evento, que atrae a una audiencia televisiva de aproximadamente 200 millones de personas, según medios internacionales, fue ganado en 2019 por el cantante y compositor holandés Duncan Laurence, con su canción «Arcade». Esta 65ª edición del Eurovisión llega con una gran expectativa por parte de artistas y espectadores, que buscan recuperar la oportunidad que se perdió en 2020.

Más Noticias

Últimas Noticias