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Texto: Hugo León
Manuel Rocha, exdiplomático estadounidense y exembajador en varios países, ha admitido haber actuado como agente del gobierno cubano durante varias décadas.
Según un informe de la agencia Associated Press (AP), Rocha, de 73 años, comunicó a un juez federal su intención de declararse “culpable” de múltiples cargos de conspiración, entre los que figura actuar como agente para un gobierno extranjero.
Esta revelación representa un giro inesperado en lo que muchos consideran una de las mayores traiciones por parte de un funcionario en la historia de la diplomacia estadounidense.
Su confesión es parte de un acuerdo entre la defensa y el fiscal del caso, según indica AP. Sin embargo, se desconoce la condena acordada y el acusado tendrá que regresar a la corte en abril para formalizar su declaración de culpabilidad y recibir su sentencia.
“Estoy de acuerdo”, respondió Rocha, esposado, cuando Beth Bloom, juez de un Tribunal de Distrito, le preguntó si quería cambiar su declaración a culpable, de acuerdo con el relato de AP. A cambio, los fiscales han acordado retirar otros 13 cargos en su contra, que incluyen fraude electrónico y declaraciones falsas.
Rocha habría estado espiando en nombre del gobierno de La Habana durante varias décadas, algo que hasta hace apenas dos semanas negaba con firmeza.
Los fiscales sostienen que Rocha participó en actividades clandestinas en favor del gobierno cubano desde al menos 1981 y que incluso se reunió con agentes de inteligencia cubanos, proporcionando información falsa a funcionarios de Estados Unidos.
Hasta el momento se conoce poco sobre las acciones de Manuel Rocha en apoyo a Cuba mientras se desempeñaba como diplomático y posteriormente durante su carrera como asesor en el Comando Sur de Estados Unidos, donde actuó como analista en temas de América Latina y también participó en firmas de asesoría y conferencias.
Originario de Colombia, Rocha se crió en Nueva York y estudió en renombradas universidades estadounidenses como Harvard y Yale. Trabajó como diplomático durante 25 años, la mayor parte de los cuales estuvo asignado a América Latina.
Durante su carrera, Fidel Castro estuvo en el poder y Rocha ocupó, entre otros cargos, una posición en la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, en un período en que no había relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.
El arresto de Rocha se realizó tras una investigación del FBI, y el Fiscal General de Estados Unidos, Merrick Garland, ha calificado los delitos que se le imputan como “una de las filtraciones más extensas y duraderas en el gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero.”