Este miércoles, el consejo asesor de Facebook decidió suspender las cuentas del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, aunque ha solicitado a la empresa que revise la decisión y le ha otorgado seis meses para hacerlo.
La noticia, que no es alarmante en sí misma, llega tras la decisión de Facebook de bloquear indefinidamente el acceso de Trump a su cuenta de Facebook y a sus cuentas de Instagram, como consecuencia de los mensajes que publicó durante los violentos disturbios ocurridos en el asalto al Capitolio de Estados Unidos, el 6 de enero de 2021, llevado a cabo por sus seguidores.
«Los riesgos de permitir al Presidente continuar utilizando nuestro servicio durante este periodo son simplemente demasiado grandes», dijo el director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, en el momento de la primera suspensión.
La empresa envió el caso al consejo asesor de Facebook, una junta recién establecida que incluye académicos, abogados y activistas de derechos, para determinar si se debía mantener la prohibición o restaurar las cuentas de Trump. Finalmente, se ha decidido mantener la prohibición inicial.
Las publicaciones realizadas durante el asalto al Capitolio «violaron gravemente las reglas», un argumento que ha respaldado el Consejo, aunque también han considerado que vetarlo de manera indefinida es arbitrario.
La junta, compuesta por 20 miembros, ha expresado su descontento por el veto, que se ha producido «sin criterios que puedan ser evaluados por usuarios u observadores externos», y por ello han solicitado a la compañía que «reexamine» su sanción e imponga otra que se ajuste a la normativa interna.
Si se levantara el veto indefinido, Trump podría volver a utilizar sus redes sociales de Facebook e Instagram, aunque por el momento sigue bloqueado en la mayoría de las demás plataformas sociales, como Snap, YouTube o Twitter, donde contaba con 88 millones de seguidores.
Dicho consejo está financiado a través de un fideicomiso de 130 millones de dólares creado por Facebook y, hasta ahora, ha emitido fallos en un número reducido de casos, desde discursos de odio hasta desnudez en la red social.
Ante esta situación, Trump ha respondido alegando que le han quitado la libertad de expresión. En un comunicado reciente, expresó que lo que han hecho Facebook, Twitter y Google es un «bochorno» para el país.
«La libertad de expresión le ha sido arrebatada al presidente de Estados Unidos porque la izquierda radical teme a la verdad», destacó. El exmandatario republicano añadió en su mensaje que el pueblo estadounidense no permitirá esta situación y consideró que las «corruptas» empresas de redes sociales tendrán que pagar un «precio político» por lo que están haciendo con él.
