Foto: RRSS
Texto: Hugo León
El periodista cubano Max Lesnik, una figura destacada en el ámbito literario que apoyó a las autoridades cubanas desde Miami, falleció en esta ciudad el 8 de marzo a la edad de 94 años.
Lesnik nació en San Antonio de las Vueltas, en lo que hoy es el municipio de Camajuaní en Villa Clara, en 1930, y a pesar de su postura favorable al gobierno, había residido en Estados Unidos desde 1961.
Antes de su emigración, fue un contundente crítico del régimen de Fulgencio Batista entre 1952 y 1959. Tras establecerse en el norte, a partir de 1961, se dedicó a abogar por el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos y a defender la revolución.
Sus detractores argumentan que, gracias a la libertad de expresión y de prensa en el país donde residía, él pudo sostener sus ideales y opiniones políticas.
Sin embargo, otros relatos indican que Max Lesnik enfrentó diversas amenazas y tentativas de atentados, incluyendo varios bombardeos en la sede de la revista Réplica, que él fundó en los años 70. Documentos y testimonios de la época sugieren que dejó Cuba en calidad de exiliado tras un desacuerdo con el recién nombrado líder de la Unión de Jóvenes Comunistas (anteriormente conocida como Asociación de Jóvenes Rebeldes).
Además, se le cuestionó repetidamente por su elección de permanecer en el Norte en lugar de regresar a la isla que lo vio nacer y vivir de primera mano la realidad del país por el que tanto abogaba.
El fallecimiento de Max Lesnik tuvo lugar el sábado por la mañana, según confirmó su hija a medios locales de Miami. La prensa estatal cubana reportó su muerte, calificándolo como “martiano irreductible” y recordando su “lucha contra la política exterior agresiva de la Casa Blanca.”