Texto: Hugo León
En las primeras horas del primero de diciembre, el gran Sergio Quesada falleció debido a un paro cardiaco. Este camagüeyano fue considerado por muchos expertos como uno de los mejores segunda bases que han pasado por las Series Nacionales de Cuba.
La noticia se difundió a través de publicaciones en redes sociales realizadas por periodistas y aficionados de Camagüey, así como por el perfil oficial del equipo Toros de Camagüey.
En esta última publicación, se reconoció a Quesada como el mejor camarero en la historia del béisbol de la provincia, y se recordó que actuaba como uno de los entrenadores del equipo.
La publicación subraya que el legado del jugador permanecerá en la memoria de los aficionados a este deporte, el cual tiene la mayor tradición en la Mayor de las Antillas.
De acuerdo con los informes en redes sociales, la inesperada muerte de Sergio impactó a entrenadores y jugadores de Camagüey, ya que ese mismo día estuvo trabajando en el estadio Cándido González.
A pesar de su calidad como pelotero, el nombre de Sergio Quesada ha sido uno de los menos reconocidos en la historia del deporte en el país. Aunque marcó una época como defensor del segundo cojín y segundo bate de su equipo, poco se habla de sus logros.
Durante casi dos décadas, acumuló más de dos mil hits (de los cuales 284 fueron dobletes) y anotó mil 14 carreras, según estadísticas del sitio Swing Completo, especializado en béisbol.
Resulta notable que Quesada logró mil 292 doble plays, una cifra que registró en conjunto con otra gran figura del béisbol cubano: Luis Ulacia. Sin embargo, su inclusión en el equipo Cuba fue esquiva en más de una ocasión, algo que con el tiempo se ha reconocido como una gran deuda de los seleccionadores nacionales.
Tras su retiro como jugador, comenzó a formar parte de los cuerpos de dirección de equipos provinciales y, al momento de su fallecimiento, se encargaba de preparar a los jugadores de cuadro de los Toros de Camagüey.
El cuerpo de Quesada fue cremado, siguiendo la decisión de su familia, y el ánfora con sus cenizas fue colocada en el estadio Cándido González. Sus cenizas serán esparcidas alrededor de la segunda base de la instalación.