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Texto: Hugo León
Un grupo de buques de guerra de Estados Unidos, junto con uno canadiense, ha sido despliegado para seguir de cerca a la flotilla rusa que se espera entre en aguas cubanas en los próximos días, según informaron fuentes estadounidenses.
Por primera vez desde la conocida Crisis de los Misiles, se pueden observar tensiones entre Rusia y Estados Unidos en el Mar Caribe, indican los analistas. Sin embargo, desde Washington se afirma que los buques rusos que están por ingresar a las aguas de La Habana no suponen una amenaza directa.
Independientemente de la amenaza, al menos cinco buques de la armada estadounidense y uno de Canadá se han movido hacia el Caribe.
A escasa distancia navegan desde ayer el submarino nuclear Kazán y la fragata Almirante Gorshkov, pertenecientes a la Flota del Norte de Moscú, un remolcador de rescate, así como el petrolero Akademik Pashin.
En la parte estadounidense destacan tres destructores, dos remolcadores de sonar y al menos un barco de la guardia costera. Además, se han desplegado el avión antisubmarino Poseidón P-8 de la Marina de los EEUU, el avión de patrulla CP-140 Aurora de la Real Fuerza Aérea Canadiense, así como una fragata canadiense.
Se espera que los buques rusos ingresen a la bahía de La Habana en las próximas horas y, según fuentes oficiales de Washington, permanecerán en la región durante varios meses. Después de su escala en Cuba, se dirigirán a Venezuela y realizarán un total de dos ejercicios militares.
De acuerdo a reportes de la prensa rusa, tanto el submarino nuclear Kazán como la fragata Almirante Gorshkov están llevando a cabo prácticas con armas de alta precisión.
En cuanto a la perspectiva cubana, el Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR) informó que la escuadra rusa estará en La Habana entre el 12 y el 17 de junio como parte de «una visita oficial» y que el grupo no transporta armas nucleares.