Foto: Fondo de Arte Joven | Facebook
En menos de un año de su funcionamiento, el Fondo de Arte Joven (FAJ) ha sido un gran apoyo para decenas de jóvenes y proyectos cubanos, a pesar de los desafíos. Esta plataforma se ha establecido como un mecenas para los creadores y emprendimientos culturales que continúan su labor desde la isla, especialmente en el ámbito de las artes visuales y la música.
Gracias a sus programas de actividades, convocatorias y premios, el FAJ ofrece a los creadores menores de 35 años de toda Cuba oportunidades que, si se aprovechan correctamente, les permiten acceder a circuitos de exhibición, financiamiento para proyectos y procesos creativos, así como apoyo en medios de comunicación, acompañamiento profesional, formación y movilidad académica, de acuerdo con la información proporcionada por la iniciativa en sus plataformas digitales.
El respaldo material para los proyectos seleccionados es notable, considerando que el Fondo actúa como un canal de gestión estratégica, facilitando la colaboración de diversos donantes y socios como la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), el Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos (CISP) y el Centro de Intercambio y Referencia sobre Iniciativas Comunitarias (CIERIC), que cuenta con el programa A ritmo de Inclusión, cofinanciado por la Unión Europea.
Las convocatorias a exposiciones colectivas como Los hijos de Darwin, Paisaje para el próximo siglo y Habana, un alma palpable, así como el concurso Malayerba, son algunos de los logros tangibles del FAJ y de sus procesos de selección, que se llevan a cabo de manera transparente por un comité especializado conformado para cada convocatoria.
Entre los favorecidos por el FAJ se encuentra la instrumentista, cantante y compositora Wendy Oram, quien ha recibido apoyo para la producción y promoción de su proyecto musical SonGálvez.
“Yo estaba un poco decepcionada, porque en estos tiempos en que los músicos se están yendo y los presupuestos nunca alcanzan, crear se hace difícil —ha confesado Wendy a la prensa—. Y de repente llega la oportunidad del Fondo del Arte Joven y vi los cielos abiertos cuando me dijeron: Mira, sí, te aprobamos, nos gustó tu proyecto, te podemos financiar. Fue algo grande para todos en el grupo porque se trata de un apoyo real, un capital serio para hacer cosas que queden con la calidad necesaria”.
Por su parte, Víctor Manuel Ojeda, artista visual que recibe el patrocinio del FAJ para la adquisición de materiales para su proyecto Tierra Santa, destaca que esta iniciativa no solo es gratificante por el apoyo material, sino también por el acompañamiento en la promoción de su obra y la legitimación del artista emergente.
El Dr. Julio César González Pagés, investigador y profesor en la Universidad de La Habana, así como Oficial Nacional de Programa de COSUDE en la isla, sostiene que uno de los principales logros del Fondo es fomentar que los jóvenes artistas sigan creando en Cuba. “Cuando observamos el potencial del arte en Cuba, en todas sus manifestaciones, vemos a jóvenes talentosos que a menudo se desilusionan al no contar con espacios para desarrollarse —declaró recientemente a los medios—. A veces, la migración se convierte en la única opción, y cada vez que alguien emigra, se pierde un valioso potencial que podría generar recursos para el país. Por eso, es esencial apoyar el arte y la cultura como una prioridad.”
“El FAJ puede servir de modelo para que otras instituciones se animen a apoyar la creación artística. Eso nos daría razones para explorar más fórmulas, más respaldo y demostrar que hay una gran cantidad de jóvenes que requieren esa ayuda. Hay que estimular la creatividad para que, desde el Cabo de San Antonio hasta Baracoa en Guantánamo, se pueda reflejar todo el arte que los jóvenes cubanos son capaces de producir”.