Imagen cortesía de Nostalgia Cuba
La talentosa cantante cubana Gina León, reconocida como «La Dama del Capri», falleció el miércoles 12 de julio en La Habana a la edad de 86 años.
A través de las redes sociales, se han recibido numerosos mensajes de condolencias y tributos por parte de artistas, críticos y seguidores de la artista, una de las voces más emblemáticas de la isla.
“Hoy Gina León ha dejado este mundo para ocupar un lugar en esa dimensión donde residen los grandes. Mis condolencias a sus seres queridos, en especial a su hija, la reconocida y apreciada actriz Ivanesa Cabrera”, escribió la experta musical y autora Rosa Marquetti.
Respecto a las cualidades artísticas de Gina, Marquetti añadió: “Poseía una voz y una elegancia excepcionales. En una época repleta de cantantes talentosas, Gina León brilló como pocas. Su interpretación de ‘Aléjate’ y otros boleros nos ha acompañado a lo largo de los años, aunque no siempre haya recibido el reconocimiento que merece.”
Además de su destacada trayectoria en diferentes escenarios cubanos, el Hotel Capri fue uno de los lugares donde brilló su talento a lo largo de los años. León se unió al show ‘Serenata Mulata’ tras la salida de Olga Guillot, su anterior figura principal.
Humberto Anido, el productor del espectáculo, fue quien decidió que Gina debía asumir el espacio, y así continuar cautivando al público, una decisión que no resultó equivocada. La voz sensual, suave y única de la joven artista no solo la consagró como la estrella del espectáculo, sino que también la convirtió en una figura esencial del bolero en la isla.
Con motivo de su fallecimiento, el dramaturgo y crítico Norge Espinosa Mendoza compartió en su perfil de Facebook una interesante coincidencia que vincula a estas dos grandes voces de Cuba, más allá de su indiscutible talento.
“Como suelo afirmar que no creo en las coincidencias, repito esta frase al enterarme que justo en la misma fecha en la que hace trece años falleció Olga Guillot, la Reina del Bolero, también se despidió de este mundo Gina León”, escribió Espinosa.
El intelectual destacó que en el Casino del Capri, Gina León encontró un escenario propicio para su talento. “Además de su extraordinaria voz y su impecable dicción, contó con el respaldo de diseñadores, maquilladores y peinadores que completaron su imagen, aportándole un toque de elegancia que la definía como una cancionera acorde con la nueva sensibilidad que se estaba imponiendo”, agregó.
Gina León dejó una huella indeleble al interpretar grandes obras de los más destacados compositores cubanos en cada una de sus actuaciones. Temas como “Eclipse” de Margarita Lecuona, “Qué nos pasa” y “Debí llorar” de Piloto y Vera, “Qué te cuesta” de Ricardo García Perdomo, “Nada son mis brazos” de Ela O’Farrill, “Canta lo sentimental” de Urbano Gómez Montiel, “Tú mi delirio” de César Portillo de la Luz, “Si te contara” de Félix Reyna, “Tú me sabes comprender” de Ricardo Pérez, “Dos gardenias” de Isolina Carrillo, y “Diez años” de Rafael Hernández son solo algunas de las canciones que la artista engrandeció con su talento.
Los célebres cabarets y centros nocturnos de La Habana en los años 60 vieron a Gina León brillar en sus escenarios, donde compartió con los músicos más destacados del momento. Los Zafiros, Juana Bacallao, el Cuarteto D’Aida, Los Papines, Tata Güines, Luis Carbonell y Pello El Afrokán, entre otros, acompañaron a quien fue una de las grandes “dueñas de la noche habanera” durante esa época.
“No resultaba extraño verla en televisión a finales de los años 80 y principios de los 90. Su mito, forjado tres décadas antes, aún la acompañaba, cuando fue la Reina del Capri”, afirmó Norge Espinosa.
Sin embargo, su presencia mediática en los últimos años no ha sido habitual; según sus allegados, decidió refugiarse en su ámbito familiar y seleccionar cuidadosamente los momentos para sus apariciones públicas.
En 2019, Marquetti escribió un texto sobre la artista, en el que señalaba que “quizás para los jóvenes directores de programas de radio y televisión, Gina León ha sido por muchos años no más que un recuerdo nostálgico, sin saber que esta mujer de valores extraordinarios habita en espacios atemporales que trascienden fronteras, en un mundo donde la canción siempre está presente y donde sus cualidades vocales y capacidad emotiva permanecen prácticamente inalteradas”.
La noticia de su partida ha causado consternación entre muchos, especialmente entre aquellos que disfrutaron y disfrutan de sus canciones. Su imagen perdura en la memoria de las inolvidables noches en el Capri, en esa Habana que fue y que, con su partida, despide a otra de sus grandes estrellas.
“Su desaparición, este 12 de julio en una Habana que aún no asimila su ausencia, nos llevará a buscar de nuevo su voz, sorprenderá a los más jóvenes con el estilo que ella popularizó a comienzos de los años 60, y sin duda deja una estela de un perfume inconfundible, que fue el suyo y el de su voz, como aquella noche en la playa de la que hemos hablado y cantado más de una vez”, concluyó Norge Espinosa en su mensaje.