Foto: RL Hevia
Texto: Hugo León
Aunque la alternativa privada se expandió en Cuba durante aproximadamente cuatro años bajo la vigilancia permisiva de las autoridades, el Gobierno ha decidido ahora “restringir” ese sector, implementando nuevas medidas y restricciones, así como cerrando cientos de negocios privados.
La ofensiva gubernamental resultó en el cierre de 171 establecimientos en solo una semana, y en el mismo intervalo, se ordenó la suspensión de 197 proyectos de emprendedores del sector privado, según fuentes oficiales.
De acuerdo con la información disponible, el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) de Cuba clausuró negocios y retiró proyectos de trabajo a 368 “actores no estatales” entre el 17 y el 23 de agosto, además de realizar 58 decomisos de productos y 773 ventas forzosas por diversas violaciones detectadas.
En la plataforma social X, antes conocida como Twitter, la entidad estatal anunció estos resultados con gran pompa, afirmando que su labor es para el bienestar de Cuba.
El MFP sostiene que las sanciones son una respuesta a irregularidades, como la falta de comprobación de la legalidad de las materias primas, infracciones en los precios, venta de productos sin exhibir los precios correspondientes, o la no presentación adecuada de los métodos de pago a través de pasarelas digitales, entre otros motivos.
Los directivos del MFP también señalaron que durante la semana, la principal violación constatada fue el incumplimiento de los precios aprobados.
Esta normativa se implementó en julio de este año y regula los precios de venta al por menor de seis productos básicos de alta demanda en Cuba: pastas alimenticias, detergente en polvo, salchichas, leche en polvo, pollo troceado y aceite comestible (excepto el aceite de oliva).
Tras la entrada en vigor del control de precios, el Gobierno también anunció la cancelación de varias actividades privadas y llevó a cabo una campaña de multas que acumula varios millones de pesos en todo el país. Se han intensificado los “operativos” y “acciones de control”, y se están realizando auditorías fiscales.
Según el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, las autoridades no buscan cerrar negocios privados de manera arbitraria, sino que su meta es “persuadir” al sector para que se adhiera a las regulaciones.
Por otro lado, las Mipymes y, en general, el sector privado, están atravesando meses difíciles, ya que no es sencillo emprender ni mantener negocios rentables y en crecimiento, con la presión constante que parece apretar un poco más cada día.