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Texto: Hugo León
La semana pasada, una jueza federal en EE. UU. suspendió temporalmente la eliminación del parole humanitario, lo que llevó a muchos abogados de inmigración a advertir a los beneficiarios del programa que “no se confíen”. Esta advertencia resultó acertada, ya que el gobierno de Estados Unidos ha apelado esta decisión.
La administración de Donald Trump parece decidida a asestar un duro golpe al parole humanitario, lo que podría resultar en la revocación masiva de permisos de permanencia y trabajo para más de 530,000 migrantes que llegaron a través de este programa.
La apelación, presentada ante la Corte de Apelaciones del Primer Circuito por el Departamento de Justicia, tiene como objetivo revertir el fallo de la jueza Indira Talwani, quien el 14 de abril emitió una orden de suspensión temporaria sobre las cesaciones del programa.
Por el momento, la decisión de Talwani impide que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) retire estos permisos de manera masiva el próximo 24 de abril, tal como había anunciado formalmente el gobierno de Donald Trump el mes pasado.
En su fallo, la jueza explica que si no se emitía esta orden de suspensión a tiempo, el estatus legal de los inmigrantes expiraría en menos de dos semanas, dejándolos con dos opciones desfavorables: “enfrentar procesos de deportación o abandonar el país voluntariamente.
Trump vs el parole humanitario
El programa de parole humanitario fue iniciado en enero de 2023 por orden del entonces presidente Joe Biden, como una vía legal, ordenada y segura para que migrantes cubanos, haitianos y nicaragüenses llegaran a Estados Unidos. Anteriormente, los venezolanos también habían disfrutado de esta prerrogativa por un corto periodo.
Sin embargo, para muchos republicanos, este programa es considerado ilegal, y en medio del 2023 intentaron su eliminación llevando el caso a juicio. Afortunadamente para aquellos que esperaban su oportunidad de viajar, el parole humanitario sobrevivió a esas tribunales.
No obstante, cuando Donald Trump asumió la presidencia en enero de este año, reanudó sus ataques contra el programa de parole y, en general, contra la inmigración, ya sea legal o ilegal.
Trump sostiene que este programa no solo ha fallado en sus objetivos de reducir la inmigración ilegal, sino que también satura el sistema y genera un alto costo para el país, sin que su beneficio público sea significativo.