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Google Play ha anunciado el fin de las aplicaciones obsoletas. A partir del próximo noviembre, aquellas apps que no hayan sido actualizadas en los últimos dos años dejarán de ser visibles en la tienda.
Con esta modificación en su política, la compañía tiene como objetivo mejorar la seguridad y la confianza de los usuarios, asegurando que las aplicaciones y juegos utilicen las últimas características de seguridad y privacidad de Android.
Según Hipertextual, hasta ahora Google requería que las APK estuviesen optimizadas, al menos, para la penúltima versión del sistema operativo; sin embargo, no prohibía la instalación de herramientas antiguas dirigidas a versiones previas.
Esto significa que, a partir de noviembre, los desarrolladores que no lancen una nueva versión de su aplicación e incluyan al menos una API (Interfaz de Programación de Aplicaciones) que haya estado disponible durante los dos años posteriores a la última versión de Android, verán cómo su app deja de estar en circulación y, como consecuencia, disminuirá el número de descargas.
A pesar de esto, el portal especializado Xataka señala que son pocas las aplicaciones que no reciben actualizaciones, y además, Google brindará a los creadores la oportunidad de «resarcirse». Se espera que la compañía proporcione herramientas adicionales para que actualicen sus aplicaciones con las nuevas normas de seguridad.
Esta medida se suma a la decisión de Google de exigir a los desarrolladores que informen públicamente sobre los datos que recopilan sus aplicaciones y el uso que les dan, una política similar a la que Apple ha implementado en su App Store desde 2020.
Por otro lado, Google también prohíbe la publicación de aplicaciones que promuevan contenido sexual, como encuentros íntimos o pornografía.
Hasta el 1 de enero de 2021, había más de tres millones de aplicaciones en Google Play, de las cuales casi el 15 por ciento eran juegos.