Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
Al finalizar 2024, La Habana reportó 39 robos de cables en edificaciones estatales, una cantidad que casi se duplica en comparación con 2023, dejando a cientos de usuarios sin acceso a servicio telefónico.
Una nota del diario estatal Tribuna de La Habana indicó que estas acciones han resultado en la suspensión de alrededor de 300 servicios, tanto en hogares como en entidades gubernamentales, afectando a cerca de 600 personas.
Los directivos de ETECSA, en declaraciones al mencionado medio, explicaron que el objetivo de estos robos es obtener el cobre de los cables para su venta en el mercado informal.
Las áreas donde se han registrado la mayor parte de estos incidentes incluyen Arroyo Naranjo, Cotorro y Boyeros. En este último municipio, se reportó recientemente el robo de más de 600 metros de cable de alta capacidad, lo que dejó sin servicio a unos 600 residentes del barrio El Chico, en el Consejo Popular Wajay, quienes aún carecen de acceso telefónico.
Armando Marchan Bárcena, jefe del Centro Telefónico de Boyeros, informó que desde febrero de 2023 se han identificado cuatro incidentes en la ruta de cable 27, 28 y en cables locales; y que solo en lo que va de 2025 se han registrado siete robos similares en La Habana.
“Es un servicio sensible que la población deja de recibir, el impacto económico es significativo, debido a que se produce vandalismo”, comentó el directivo, quien añadió que la rotura de estos cables provoca la suspensión de los servicios de voz, nauta hogar y telefonía fija durante varios días.
Además, Gerardo Oliva Cubillas, director de Seguridad y Defensa de la División La Habana de ETECSA, señaló que los cables robados o dañados “son los de mayor grosor, los que permiten conexiones de calidad a mayores distancias y que son los más costosos”.
Recientemente, se dio a conocer la detención de dos personas en Cárdenas, Matanzas, por haber robado más de 1,100 metros de cable eléctrico de una empresa estatal con el intento de extraer el cobre quemando el material en el patio de una vivienda cercana.
La información proporcionada por las autoridades cubanas indicó que este método rudimentario se emplea para obtener el metal, un proceso que ha sido común entre quienes buscan usufructuar en el mercado negro de la isla.