Foto: Alfonso Freyre / Twitter
Cuando una nación enfrenta la severa crisis económica que actualmente afecta a Cuba, la pérdida de valores se convierte en un factor que se manifiesta en el día a día. El aumento de la violencia y los robos, sumado a una especie de “sálvese quien pueda”, marcan las pautas de la sociedad. Y los ejemplos son numerosos.
Uno de los acontecimientos más recientes ha dejado perplejos a los residentes de la ciudad de Santa Clara. Esta ciudad, hace unas semanas, fue el centro de celebraciones por el aniversario del Inder y, como suele suceder en estas ocasiones, se llevaron a cabo inauguraciones y renovaciones de instalaciones deportivas.
El campo de béisbol “Natilla Jiménez”, ubicado cerca del estadio Augusto César Sandino, fue uno de los grandes beneficiados. Este emblemático parque infantil no solo recibió una exhaustiva reparación capital, sino que también se le instalaron luminarias para los juegos nocturnos, convirtiéndolo en el único de su tipo en toda la isla.
En ese lugar, los “Bombarderitos del Centro” lograron parte de los éxitos que los llevaron a la corona cubana de las Pequeñas Ligas a finales del mes pasado, desatando la alegría de toda una ciudad que siempre apoyó a sus jóvenes peloteros.
No obstante, un acto de vandalismo ha empañado esas celebraciones, ya que recientemente se dio a conocer que se habían robado parte de las luces LED instaladas en las torres, debido a la falta de protección en esa área. Por esta razón, las autoridades locales decidieron resguardar las luminarias restantes hasta nuevo aviso.
Según una publicación en Facebook del portal Santa Clara Deportiva, esta “medida urgente” del Inder villaclareño también responde a la complicada situación energética que atraviesa el país, donde actualmente no se deben realizar actividades nocturnas.
El texto indica que las luces se reinstalarán próximamente una vez que se complete el sistema de celdas fotovoltaicas independientes del Sistema Eléctrico Nacional, y se implementen medidas de seguridad y protección más estrictas para evitar delitos.
La sociedad cubana ha retrocedido considerablemente en medio de tantas carencias, permitiendo que sucesos de este tipo ocurran con impunidad. Así, el “Natilla Jiménez” apenas disfrutó de unos pocos días como el único estadio infantil en el país donde se podían llevar a cabo juegos nocturnos. Ahora la interrogante es: ¿cuánto tiempo pasará hasta que vuelva a serlo?
