Foto: Conocedores
La crisis económica global combinada con altos niveles de contaminación ha generado nuevas demandas, incluidas transformaciones en la forma de volar que sean más sostenibles y que, a su vez, reduzcan costos. En los últimos años, diversas innovaciones han destacado en el ámbito de la aviación, donde las aerolíneas han visto las crecientes necesidades y la presión por disminuir las emisiones de carbono como una oportunidad de negocio.
Entre las aerolíneas más sostenibles, conforme al ranking de sostenibilidad mundial de Dow Jones (DJSI en inglés), se encuentran Air France-KLM, LATAM y Avianca, que han compartido sus iniciativas al respecto.
Con motivo de la celebración de los 100 años de la aerolínea holandesa KLM, esta anunció, en colaboración con la Universidad Tecnológica de Delft (TU Delft), el lanzamiento del proyecto Flying-V. Se trata de un avión de larga distancia que es energéticamente eficiente y cuyo diseño prevé el transporte de los pasajeros en las alas. A finales de 2020, este modelo realizó su primer vuelo. La aeronave con forma de V promete una disminución del 20% en el consumo de combustible e incorpora la cabina de pasajeros, la bodega de carga y los tanques de combustible en las alas. “El diseño se alinea perfectamente con nuestra iniciativa Fly Responsibly, que representa todo lo que hemos hecho y seguiremos haciendo para mejorar nuestra sostenibilidad”, declaró Pieter Elbers, presidente y CEO de KLM, en ese momento.
Por su parte, Airbus se inspiró en la naturaleza y diseñó un boceto en el que las alas del avión se asemejan a las de un águila. La empresa The Aircraft Performance Company ha desarrollado un dispositivo alar llamado winglet Trinitair, que se presentará con la aerolínea Hi Fly. Se prevé que este dispositivo permita un ahorro del 2% en el consumo de combustible y está compuesto por tres delgadas planchas metálicas.
Recientemente, SE Aeronautics ha presentado un avión de tres alas que promete reducir el consumo de combustible en un 70% y las emisiones de CO2 en un 80%.
España es uno de los países que ejerce mayor presión sobre las aerolíneas. Se ha propuesto incluso prohibir vuelos de menos de dos horas y media que ya puedan ser cubiertos con trenes, establecer una tasa para viajeros frecuentes, y aplicar impuestos en función de la cercanía, entre otras medidas. A pesar de la intención de avanzar hacia un futuro sostenible para la aviación, en el momento en que se plantearon estas iniciativas, no se preveía que los vuelos reducirían drásticamente su frecuencia e incluso se cancelarían durante períodos prolongados debido a la pandemia. Habrá que observar el restablecimiento de todas las rutas aéreas y evaluar las consecuencias de la pandemia para poder ajustar las políticas pertinentes.
