Joe Biden, ¿el salvador? | CubaNoticias360

Lo más Visto

Texto: Darcy Borrero

Las dramáticas elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos trajeron consigo rumores sobre una posible distensión de las políticas restrictivas que la administración Trump había implementado para limitar la presencia militar en la economía cubana. Tanto en Cuba como en el lado estadounidense del Estrecho de la Florida, diversas personas han puesto sus esperanzas en que la transición hacia un gobierno demócrata, liderado por Joe Biden, beneficie al pueblo cubano y devuelva el entorno próspero de La Habana de 2014-2016.

En la isla caribeña, muchos anhelan el regreso de la vitalidad económica de la Cuba durante el deshielo, marcada por la llegada de turistas estadounidenses y la circulación de dólares, impulsada por el aumento de viajes entre ambos países y el auge del sector privado.

En medio del vaivén político característico de la democracia estadounidense y el estancamiento de la situación en Cuba, las economías familiares cubanas sufren tensiones. Sin muchas expectativas de cambio interno, los cubanos esperan que la mejora provenga del exterior.

Cuba en la campaña electoral de EE.UU.

A partir de finales de abril, tras unas declaraciones de Biden en el canal estadounidense CBS, la política hacia Cuba comenzó a tener protagonismo en el debate presidencial en Estados Unidos.

Biden, quien fue vicepresidente bajo la administración Obama (2009-2016), afirmó que si accedía a la Oficina Oval, reanudaría la política de acercamiento hacia Cuba que había sido promovida por su antiguo compañero de fórmula.

“Lo que ocurrió con este acercamiento va más allá de Cuba, abarca todo el Caribe y afecta a todos nuestros aliados y amigos en América Latina”, declaró el futuro mandatario, enfatizando: “Cuando cambiamos la política y comenzamos a abrirnos, obtuvimos mucho más apoyo en la región. Y eso es lo que deberíamos hacer ahora”.

Expectativas de los emprendedores cubanos respecto a Biden

Con la llegada de Biden a la Casa Blanca como el presidente número 46, muchos emprendedores cubanos esperan un cambio significativo que beneficie sus negocios.

Algunos de ellos se reunieron el 16 de junio de 2017 en el Hotel Parque Central, justo cuando Trump dio un discurso en Miami que tenía a Cuba como su blanco. “Reforzaremos el bloqueo, para que las inversiones lleguen a las personas de Cuba”, afirmó el showman, refiriéndose a la isla como un escenario de “dominación comunista”. Calificó como “terribles” los acuerdos entre el gobierno cubano y el estadounidense de la administración de Obama.

Mientras los aliados de Trump en Miami aplaudían, en el Hotel Parque Central los emprendedores se frustraban al ver al entonces presidente firmar la orden para implementar su nueva política hacia Cuba, que incluyó restricciones en las categorías de visitas permitidas para estadounidenses. La situación escaló hasta limitaciones en el número y frecuencia de las remesas: un máximo de 1000 USD por persona cada tres meses. Además, se impusieron sanciones a empresas vinculadas a militares, incluida la financiera Fincimex, que cesó sus operaciones con Western Union, cerrando así una vía de entrada de remesas.

Por lo tanto, las esperanzas de los cubanos que enfrentan la escasez y una crisis diaria, así como las de aquellos que vieron desvanecerse el rápido crecimiento de sus negocios privados, son comprensibles. Esto ocurre incluso a pesar de las críticas hacia quienes abogan por una política estadounidense más dura hacia Cuba, dadas las condiciones de desabastecimiento y la mala gestión de la economía interna, así como la falta de libertades democráticas.

Fuera de Cuba: “Cubanos con Biden”

Las premisas de «Cubanos con Biden», un grupo de apoyo a la campaña del binomio demócrata Biden-Kamala en Miami, resuenan con una postura “anticomunista, antirracista, antifascista”.

Este grupo organizó diversas acciones dentro de la campaña en la capital del exilio cubano. De alguna manera, lograron desactivar la idea de que el voto cubano era un monolito, uniforme y unánime, justo cuando el condado de Miami Dade se tiñó de azul, aunque finalmente Trump ganó el voto en Florida.

La existencia de «Cubanos con Biden» contribuye a la imagen del demócrata como un mesías, el salvador que vendría a rescatar a quienes viven sin democracia.

Visas y remesas, pero… ¿sin democracia no hay paraíso?

¿Es posible que se pueda volver a marzo de 2016, cuando la Casa Blanca en Cuba reconocía dos prioridades económicas? “Por un lado, apoyar a los trabajadores autónomos para potenciar el creciente sector privado de la isla, que ya emplea a una cuarta parte de la fuerza laboral. Y también impulsar las nuevas tecnologías, con la esperanza de que el país caribeño se abra de una vez —y de forma irreversible— al mundo, tal como pidió hace casi dos décadas el papa Juan Pablo II durante una visita oficial”.

Sin embargo, es complicado regresar tácitamente al punto donde quedaron las conversaciones entre Raúl Castro y Obama, quien recorrió las calles de La Habana, cenó en la paladar San Cristóbal y puso como cierre la eliminación de la política de “pies secos, pies mojados”, un hecho que aún es criticado por parte de la comunidad cubanoamericana.

“La situación actual en Cuba no es comparable a la de hace cuatro años, y seguiré políticas que reconozcan el contexto actual, empezando por eliminar las restricciones de Trump sobre las remesas y los viajes, que perjudican al pueblo cubano y separan a las familias. También abordaré el atraso de más de 20,000 visas que han aumentado bajo la administración Trump”, afirmó Biden.

Estas palabras representan la esperanza de miles de cubanos que no ven solución a la crisis interna y buscan un rescate externo como salida a sus dificultades económicas. No es fácil hablar de democracia con el estómago vacío.

Aun así, Biden subraya que exigirá la liberación de los prisioneros políticos y defenderá los derechos humanos en Cuba, “tal como lo hice cuando era vicepresidente”, recuerda.

Más Noticias

Últimas Noticias