El presidente estadounidense Joe Biden ha firmado la primera legislación federal significativa en décadas sobre seguridad en el uso de armas, la cual muchos analistas consideran un avance bipartidista en uno de los temas más divisivos en Washington.
El objetivo de esta medida es fortalecer la seguridad en el uso de armas, justo después de que la Corte Suprema amplió los derechos de posesión de armas.
Al firmar el proyecto legislativo, el mandatario expresó: “Este es un día monumental. Si Dios quiere, se salvarán muchas vidas”.
A pesar de que el texto no pudo prohibir la venta de rifles de asalto o cargadores de alta capacidad, la ley incorpora disposiciones para ayudar a los Estados a mantener las armas fuera del alcance de personas consideradas un peligro para sí mismas o para otros, y prohíbe la venta a aquellos que han sido condenados por abusar de sus parejas íntimas.
Biden, a través de Twitter, mencionó: “Esta importante legislación de seguridad de armas financiará la intervención en crisis, incluidas las leyes de bandera roja, exigirá que los jóvenes se sometan a verificaciones de antecedentes mejoradas y más”.
La ley fue impulsada por los recientes tiroteos masivos en la escuela primaria de Uvalde, Texas, y en un supermercado de Buffalo, Nueva York, aunque ha quedado en un segundo plano tras la reciente decisión del Tribunal Supremo respecto a los derechos reproductivos de las mujeres en el país.
Según un informe de CNN, el texto fue sometido a votación en el Senado y aprobado por 234-193, con el respaldo de 14 republicanos que se unieron a los demócratas.
Esta nueva legislación federal es el instrumento más relevante para abordar la violencia armada desde que se prohibieron las armas de asalto por 10 años, ley que expiró en 1994. No obstante, no prohíbe ninguna arma y está muy por debajo de lo que la mayoría de los estadounidenses, según encuestas, desean ver.
