Luego del descubrimiento de documentos clasificados en las oficinas del Penn Biden Center en Washington, donde el presidente Joe Biden estuvo apostado tras dejar la vicepresidencia y antes de iniciar su campaña para las elecciones de 2020, comentó:
“Me sorprendió saber que había registros del gobierno que fueron llevados allí a esa oficina”, mientras asistía a una conferencia de prensa en Ciudad de México, en el marco de la cumbre trilateral junto a los líderes de México y Canadá.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) ya está investigando el caso relacionado con el hallazgo de estos documentos clasificados, lo que podría generar un clima de tensión en la Casa Blanca.
Biden informó a CNN que no tiene conocimiento sobre el contenido de los documentos; sin embargo, una fuente cercana al tema ha confirmado que se trata de memorandos de inteligencia estadounidenses y materiales informativos sobre asuntos como Ucrania, Irán y el Reino Unido.
Estos documentos fueron descubiertos el 2 de noviembre de 2022, en un “armario cerrado” en la oficina, según reveló Richard Sauber, abogado especial del presidente.
Por otro lado, la agencia AP menciona que Sauber notificó de inmediato a la oficina del abogado de la Casa Blanca, quien a su vez informó a la Administración Nacional de Archivos y Registros, la cual asumió la custodia de los documentos al día siguiente.
De acuerdo con CNN, se sabe que hay menos de una docena de documentos clasificados en la oficina, algunos de los cuales incluyen archivos de alto secreto con la designación de «información compartimentada confidencial», conocida como SCI, utilizada para datos altamente sensibles obtenidos de fuentes de inteligencia.
Sauber no explicó por qué, meses después del hallazgo, el caso se hace público, especialmente cuando falta una semana para las elecciones de medio término.
Miembros del Partido Republicano expresaron sus sospechas de que pudo haber una ocultación intencionada, comparando la situación con el allanamiento de la residencia del expresidente Donald Trump por parte de agentes del FBI, el pasado agosto.
No obstante, la Casa Blanca ha minimizado el asunto y está evaluando cuánto y qué puede comunicar sobre estos documentos, dado que existe una investigación en curso y la naturaleza sensible del tema.