Foto: Eurohoops
Texto: Raúl del Pino
El baloncestista cubano Karel Guzmán fue protagonista de una escena polémica durante un partido el pasado fin de semana, la cual pudo haber tenido consecuencias graves de no ser por la intervención de un compañero de equipo.
El jugador de la selección nacional de Cuba forma parte del Club Napoca en Rumanía y tuvo un enfrentamiento con el CSM Oradea en la 7DAYS EuroCup, donde se produjo un intenso altercado entre los dos equipos.
Durante una jugada, Guzmán fue empujado por un adversario y, en vez de calmarse, respondió con agresividad, lo que desató una trifulca entre los jugadores. Después de revisar la jugada, el habanero fue expulsado y se retiró a los vestuarios con gran decepción.
Lo que realmente sorprendió fue que el jugador cubano abandonó el recinto del partido en busca de un tubo de metal de una obra de construcción cercana, con la intención de vengarse del rival que lo había agredido, como lo demuestran las grabaciones de las cámaras de seguridad.
Afortunadamente, su compañero Andrija Stipanovic y los guardias de seguridad intervinieron a tiempo, evitando que la situación se convirtiera en una tragedia, aunque las imágenes del incidente se volvieron virales en internet.
Después de un tiempo de reflexión, Guzmán se disculpó públicamente: «Lamento profundamente la forma en que actué y quiero pedir disculpas a mi club, a mis compañeros de equipo y a todos los presentes. Mi comportamiento fue inaceptable y entiendo que no refleja los valores de nuestro equipo ni del baloncesto”, escribió en una historia de Instagram.
“Quiero aclarar que fui desafiado por un rival y un miembro de su personal durante el calentamiento, pero eso no justifica mis acciones. Como jugador profesional de baloncesto, entiendo que debo mantener la calma y comportarme con respeto en todo momento. En esta ocasión, permití que mis emociones se apoderaran de mí y me convertí en alguien que no reconozco», añadió.
