Foto: Archivo CN360
Texto: Hugo León
El brutal asesinato de cuatro personas en Ciego de Ávila, entre las que se encuentran dos mujeres y dos menores de edad, ha generado una fuerte indignación en las redes sociales. Miles de usuarios reclaman la pena de muerte para los responsables de este atroz crimen.
Con el paso de los días, el tono de los comentarios en las publicaciones de medios estatales cubanos ha evolucionado. Lo que comenzó como tristeza o asombro ante el crimen ha dado paso a un profundo sentimiento de odio hacia los asesinos.
Los comentarios son numerosos, y muchos de ellos exigen de manera categórica “pena de muerte” o “paredón” para los culpables.
Uno de los internautas afirmó que “quien no respeta la vida ajena, no tiene derecho a su propia vida, ni a ningún derecho que merezca reconocimiento”. Con esta premisa en mente, el clamor de muchos cubanos es por la pena capital para los criminales.
La indignación es tan grande que los castigos sugeridos por algunos usuarios rozan lo inhumano. También abundan las peticiones para que la justicia sea tomada en manos del pueblo, sin ninguna intervención de las autoridades.
Una de las voces que se ha levantado para condenar este atroz acto es la de Mislady Morell, quien se identificó como prima de una de las mujeres asesinadas. Para ella, “ni con pena de muerte se puede pagar lo que hicieron”.
Con lágrimas en los ojos, expresó estar “molesta”, sintiendo “soberbia, rabia e impotencia” por lo acontecido.
“Lo que hicieron esas personas no tiene nombre, lo que ellos hicieron no tiene precedentes”, exclamó, añadiendo algunos detalles sobre lo sucedido con su familiar, su vecina y los menores.
“Cada noticia que me llega es más fuerte y dolorosa. Torturaron al niño, que todavía estaba vivo, le cortaron las piernas y le hicieron cortadas en la cabeza. Es muy fuerte, todavía no logro asimilar esto”, relató.
Se presume que al menos uno de los niños fue torturado con el fin de que su madre revelara el lugar donde se escondía el dinero familiar.
Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana, entre las 6 y 7 de la mañana del sábado, en el barrio de la “panadería vieja” de Ceballos, después de que el hombre de la casa saliera a trabajar en su finca.
Inicialmente se pensó que los asesinos eran dos hermanos que trabajaban en la zona, pero posteriormente se supo que la policía había realizado un único arresto.
