Foto: Rachel Valdés | Instagram
La artista visual cubana Rachel Valdés inaugurará en septiembre una notable instalación en Toledo. Según lo anticipa la revista Telva, la obra tiene como objetivo centrar la atención en el espectador, en lugar de en sí misma; de ahí su título: “El pensador”.
Mediante un ingenioso juego de espejos y efectos ópticos que simboliza su búsqueda interna, “El pensador” será presentada en el Cigarral de Menores en Toledo, una propiedad de Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, junto a su esposa, Pilar Solis-Beaumont y Martínez Campos.
“El aspecto más importante de esta obra es el observador, y no tanto la pieza misma. Te obliga a mirarte como en un poliedro, reflejando las facetas que sueltas y las que ocultas. Es casi como un templo que venera tanto a la naturaleza como al ser humano”, señala la artista.
En estos días, tras concluir los trabajos de preparación y montaje, la cubana disfruta de unas vacaciones en Ibiza con su hijo. Sin embargo, no ha dejado de expresar su amor por Cuba en entrevistas.
“La isla tiene un peso muy significativo. Es un lugar especial, con características únicas… Tiene magia. Hasta me siento conflictuada al mencionar que estoy orgullosa de ser cubana. La situación en Cuba es delicada, tal vez más que nunca. Soy una defensora de mis raíces y mi cultura; fui feliz allí, pero ese orgullo a menudo se ve de manera negativa por otros. Esto me afecta bastante. Es como una especie de duelo. No quiero rechazar de dónde vengo, pero parece que estás obligada a criticarlo”, añade.
Además, comentó que ha enfrentado “experiencias difíciles, especialmente por temas migratorios de amigos y familiares, pero aún así, volvería a nacer en Cuba mil veces. Es un sentimiento energético, ancestral, que trasciende el sistema político. Hablo por mí y mis experiencias. No todos los cubanos comparten la misma opinión. Cuba es un país tan complejo de describir que temo ser malinterpretada.”
Antes de esta gran instalación que se presentará en septiembre, la artista ya había explorado este formato en 2021 con “Happily ever after” (Feliz para siempre) y en 2012, al colocar múltiples espejos en el Malecón, transformando la ciudad en el mar que reflejaban.