Texto: Jorge Suñol
Fotos: La Burbuja Lab | RRSS
“Existen numerosos gritos femeninos que esperan ser escuchados”. Este es, en esencia, el mensaje que lanza La Burbuja Lab, un taller dedicado al desarrollo de proyectos cinematográficos enfocados en mujeres de Centroamérica y el Caribe. Este taller se llevará a cabo en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV) del 12 al 18 de febrero, buscando abordar más que una deuda con las narrativas femeninas de la región en la gran pantalla.
Con el propósito de aumentar la visibilidad y fomentar el cine creado por mujeres en Centroamérica y el Caribe, La Burbuja Lab funcionará como un espacio de encuentro entre cineastas y artistas cubanas y de la región. Las participantes de esta convocatoria son impulsadas por la productora de cine independiente cubano GatoRosafilms, con el apoyo del Fondo de Solidaridad para Proyectos Innovadores (FSPI) Cine, de la Embajada de Francia en Cuba, así como otros aliados a nivel nacional e internacional.
“Sin importar su lugar de residencia, raza, ideología política o religiosa, y orientación sexual, por primera vez en Cuba hay un laboratorio que también incluye a mujeres trans, empoderándolas dentro de la comunidad femenina de nuestra cinematografía”, expone su directora, la realizadora cubana Rosa María Rodríguez.
Sobre la necesidad de concebir un proyecto de esta índole, la actriz y productora señala que en Cuba, por ejemplo, son menos de 15 los largometrajes de ficción dirigidos por mujeres, y la presencia femenina en la animación ha sido prácticamente inexistente a lo largo de la historia.
“Las cineastas han encontrado un poco más de oportunidades en el documental, pero los directores hombres siempre han ganado más reconocimiento dentro de la cinematografía cubana. En televisión, algunas directoras han tenido más espacio para realizar telefilmes, donde se han visto obras notablemente relevantes para la dramatización televisiva, pero aún así, ellos siempre nos superan en términos de autoría. La gravedad de esta situación me motivó, como mujer cineasta, a emprender este camino y buscar alianzas internacionales para hacerlo posible”, añade.
“La génesis de este proyecto también fue impulsada por mi deseo de filmar mi Ópera Prima. Durante esta etapa de desarrollo, me di cuenta de lo complicado que es para una mujer lograr hacer sus películas, especialmente en una isla marcada por el machismo y donde la censura predomina en la política cultural. Las financiaciones estatales para el cine están dirigidas, generalmente, hacia lo que ellos consideran adecuado filmar en el país”.
Es evidente que en Cuba no hay, como en otros países latinoamericanos, un apoyo adecuado para sus cineastas que les permita asistir a distintos laboratorios y mercados, ni fondos que incentiven el cine realizado por mujeres, señala Rodríguez.
“Debemos reinventarnos, ya que sabemos que las instituciones culturales del país no han mostrado interés en apoyar el cine cubano realizado por mujeres, y mucho menos el cine independiente, mayormente crítico con el sistema. Ahí está la historia de más de cien títulos censurados compartidos por la Asamblea de Cineastas Cubanos, que no quieren reconocer”, hace hincapié.
¿Cómo será la dinámica de La Burbuja Lab?
“Durante siete días intensivos, las creadoras sumergirse en su proceso creativo, recibiendo asesoría en dirección, producción y guion. Además, participarán en clases magistrales y encuentros con redes de mujeres para fortalecer el pensamiento colectivo desde y para la mujer.”
Con el objetivo de idear nuevas formas de producir cine realizado por mujeres, se han establecido alianzas que ofrecerán a cada proyecto un estímulo para asistir a otros laboratorios y mercados internacionales.
La perspectiva es que, tras la primera edición en la EICTV, La Burbuja Lab se expanda a otros lugares, tanto dentro como fuera del país, a depender de los presupuestos que logren conseguir. “Somos un equipo pequeño que solicitamos fondos por nuestra naturaleza como productores independientes”, aclara su directora en este sentido.
¿Cuáles son los objetivos de este proyecto?
“A través del fortalecimiento de la cinematografía realizada por mujeres cubanas, buscamos exponer miradas que hasta hoy han estado silenciadas.
Queremos abordar narrativas que aboguen por un mundo y un país más inclusivos, menos machistas y patriarcales. Este punto busca deconstruir la idea de que las mujeres solo podemos hablar de temáticas específicas en nuestro cine. Esta es una noción heredada, machista y discriminatoria, que debe ser erradicada. ¿No acoge el cine una gran cantidad de películas realizadas por hombres donde se habla de nosotras, de nuestras aspiraciones y temores?
Además, buscamos dentro de la Residencia fortalecer e incentivar el pensamiento colectivo desde el cine, formando redes con las comunidades y creando conciencia entre nuestras minorías sobre temas urgentes relacionados con género y derechos humanos en Cuba, Centroamérica y el Caribe”.
Nombres como Dany Celeiro, productor general del proyecto, así como Evelyn Batista, Mónica Pita, Armando Capó, Yaite Luque, Emmanuel Peña y Lisa María Velázquez son fundamentales al hablar de La Burbuja Lab.
¿Algunas recomendaciones para cineastas|creadoras interesadas?
“No tenemos restricciones para mujeres cineastas. Todas las historias son válidas; sin embargo, les recomiendo que envíen el proyecto que realmente les apasione. Esta carrera no es sobre velocidad, sino sobre resistencia y perseverancia.
Y algo que no se menciona en la convocatoria, pero que expreso aquí: al momento de aplicar, automáticamente se convierten en parte de La Burbuja Directorio. Tendremos una red de contactos para compartir convocatorias, posibles alianzas y más, porque todas estas mujeres y sus historias son imprescindibles.
Gracias al increíble fondo FSPI CINE de la Embajada de Francia en Cuba que está apoyando tanto al cine cubano. También contamos con aliados ya confirmados, aunque todavía no podemos revelar otros fondos, laboratorios, cineastas, productoras, emprendedoras y embajadas que están por unirse.”