Foto: Ana Martha Panadés | Escambray
A pesar de que Cuba enfrenta una crisis que la mantiene al borde de la parálisis, continúan realizándose eventos de gran envergadura que actúan como un conveniente espejismo: el mundo piensa que todo está en orden, que en la isla la vida avanza y la gente se divierte, aunque la realidad sea muy diferente para muchos.
Un claro ejemplo de esto es el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, que ha dado inicio en La Habana —incluyendo un estreno de Netflix—, mientras el resto del país padece cortes de electricidad que impiden a la población seguir siquiera un capítulo de la telenovela del momento.
Otro caso es el Festival Canchánchara, Tradición y Cultura, cuya segunda edición se llevará a cabo en la ciudad de Trinidad del 13 al 15 de diciembre, como se divulgó hace un par de semanas en un encuentro entre los organizadores y la prensa.
Según aseguró Reinier Rodríguez, director general de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), entidad que patrocina el evento, esta festividad forma parte de las conmemoraciones por el 70 aniversario de la disquera más antigua de la isla. No sorprende, por lo tanto, que hayan decidido “tirar la casa por la ventana” con un ambicioso programa que incluye la participación de artistas cubanos de renombre, así como invitados de Europa y África.
Están confirmados entre otros, Vania Borges, Arlenys Rodríguez, Tony Lugones, Divan, Issac Delgado, Waldo Mendoza, Elito Revé y su Charangón, el Dúo D’Cuba, Wil Campa y el trinitario Alain Pérez, formando un grupo de músicos a los que se suman actores, actrices y presentadores. Esto hace suponer que Trinidad podría convertirse en la capital del espectáculo en Cuba durante esos días.
José “Pepe” López, promotor y organizador del festival, justificó la magnitud de los festejos destacando la importancia de mantener la alegría y la felicidad en tiempos difíciles para la isla. “Habrá un poco de todo: gastronomía, artes plásticas, fotografía, galas…”, comentó Pepe, aunque los cubanos se cuestionan cómo un festival de tres días podrá mejorar sus condiciones de vida.
La segunda edición del Festival Canchánchara, Tradición y Cultura fomenta el son, la guaracha, el bolero y la salsa, sin desestimar los géneros urbanos, en una iniciativa que sus patrocinadores —la EGREM, Artex, la Sucursal Extrahotelera Palmares, el Ministerio del Turismo, la Oficina del Conservador de la Ciudad y el Valle de los Ingenios, entre otros— intentan consolidar, en sus esfuerzos por mejorar la imagen del destino Cuba.
Más allá de las intenciones de los organizadores de este desmesurado evento, lo que realmente le preocupa al trinitario común es que, al menos durante esos tres días, no se le corte la electricidad.