Foto: Carlos Collazo | Youtube
Texto: Hugo León
La reconocida artista Pura Ortiz, una de las figuras más emblemáticas del piano cubano, falleció este lunes, según informaron fuentes cercanas a la artista.
El hijo de Ortiz, René de la Cruz, confirmó la noticia y expresó el orgullo que sentía por su madre, recordando el profundo amor que ella tenía por su oficio y su piano, al que cariñosamente llamaba su “novio mayor”.
Asimismo, el Teatro Lírico Nacional de Cuba emitió un comunicado anunciando que Ortiz había fallecido a los 88 años de edad.
“Acabamos de perder a una grande de la cultura cubana”, escribió el actor Héctor Noas en sus redes sociales. Noas describió a Ortiz como una pedagoga excepcional y “una mujer dedicada a la música que deja una huella de dedicación y amor en todo lo que hacía”.
Otras destacadas personalidades del ámbito cultural también se pronunciaron sobre el fallecimiento de la artista, subrayando que el arte lírico y la música cubana le deben mucho a su legado.
El artista Ubail Zamora comentó que, hace unos meses, Ortiz residía en un hogar de ancianos en La Habana Vieja, donde era muy bien cuidada y se sentía feliz. Zamora fue a cantarle junto a la Camerata Vocale Sine Nomine para darle una sorpresa.
“Recuerdo su alegría y celebro haber podido hacerlo”, manifestó.
Pura Ortiz, maestra de la pianística cubana
La carrera artística de Ortiz comenzó en 1951, destacándose como pianista solista y repertorista en los canales de la recién fundada televisión cubana.
Para 1962, ya formaba parte de la reconocida Orquesta Sinfónica Nacional y en 1965 se presentó como solista con esta agrupación. También fue integrante del Trío de La Habana y del Conjunto Instrumental “Nuestro Tiempo” durante casi dos décadas.
Además, compartió su talento con la Orquesta Sinfónica de Córdoba, España, donde participó en la realización de producciones operísticas esenciales para la cultura, tales como “La Bohème”, “Tosca” y “El Trovador”, así como en la zarzuela “Cecilia Valdés”.
Pura no solo compartió su arte en presentaciones, sino que también se dedicó a una significativa labor pedagógica en el Conservatorio Amadeo Roldán, en la Escuela Nacional de Música y en el Instituto Superior de Arte.
Fue fundadora del Coro Nacional de Cuba y pianista del Teatro Lírico Nacional, y recientemente trabajó junto a la profesora Lucy Povedo en clases magistrales de canto.