Foto: ANSA
Texto: Hugo León
En Jersón, una ciudad de Ucrania que fue ocupada por tropas rusas durante la «operación especial» ordenada por Putin, los colores amarillo y azul de la bandera nacional de Ucrania ondean de nuevo, tras el anuncio de retirada de las tropas rusas de la zona y la entrada de los soldados ucranianos en la ciudad.
Las banderas han sido colocadas en varios lugares, incluyendo la Plaza de la Libertad, donde están situadas las principales oficinas gubernamentales, y también se ha izado la bandera europea.
Según reportes de medios internacionales, casi toda la ciudad está bajo control ucraniano, a pesar de que hace un par de meses los ocupantes rusos llevaron a cabo un referendo para integrar el territorio a la Federación de Rusia.
Las fuerzas ucranianas han estado en una contraofensiva durante varias semanas, recuperando decenas de poblados y asentamientos que fueron ocupados por Rusia desde el inicio de la guerra en febrero de este año.
El presidente Volodymyr Zelenski expresó en su cuenta oficial de Telegram que este es un día histórico, subrayando que los propios habitantes han retirado los símbolos rusos de la ciudad y cualquier rastro de los ocupantes.
Situaciones similares se han vivido en todas las ciudades liberadas por los defensores ucranianos, y lo mismo ocurrirá en aquellos lugares que aún permanecen bajo el dominio de Moscú.
El presidente agradeció a todos los soldados y a las fuerzas de defensa que están llevando a cabo la actual ofensiva en el sur del país. Asimismo, afirmó que, aunque hay motivos para el regocijo, es importante recordar el significado de esta victoria: cada paso que han dado las fuerzas ucranianas ha costado vidas entregadas por los guerreros en la lucha por la libertad de Ucrania.
Por otro lado, las Fuerzas Armadas de Ucrania informaron que avanzadillas de sus tropas ya han llegado a la orilla derecha del río Dniéper. Jersón se encuentra en la orilla occidental del río y, según los expertos militares, el repliegue de las tropas rusas al otro lado del Dniéper sugiere que temen ser cercados, utilizando el río como su principal línea de defensa.
Desde una perspectiva militar, tendría lógica replegarse a la orilla oriental y permitir que los ucranianos intenten una operación arriesgada que podría resultar en miles de bajas, como lo sería el cruce de este río, aseguran los expertos.